(VOVworld) – La colocación ilegal de la plataforma de perforación petrolera HD-981 por parte de China en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam continúa siendo rechazada categóricamente no sólo por el pueblo vietnamita sino también por la comunidad internacional. La opinión pública considera la acción de China como “infracción descarada de la ley internacional” que erosiona la confianza y para colmo, sienta un precedente escabroso en las relaciones internacionales.

Comportamiento carente del respeto a la soberanía nacional de otros países

Un artículo publicado en la página Interpreter del Instituto de Políticas Internacionales Lowy en Australia cuestiona si la tensión en el Mar Oriental hubiera tenido lugar antes de que China se convirtiera en potencia asiática con su pensamiento de expansión marcado frecuentemente en su política exterior.

Con su codicia, dirigentes chinos conspiran con medidas concretas para reafirmar su ambición en el Mar Oriental dibujando una línea en forma de lengua de vaca para intensificar su reivindicación territorial. Cada paso de Beijing materializa su pensamiento de avaricia irracional, fácil de ser expuesto por investigadores de derecho y eruditos internacionales. El general Daniel Schaeffer, exagregado militar de la Embajada de Francia en China, Vietnam y Tailandia y experto sobre China en el Centro de Investigación Asiática del país galo estimó: “La meta más fácil por parte de China es usar la fuerza o accionar unilateralmente para forzar a otros países a reconocer que el 80% del Mar Oriental pertenece a las aguas chinas cuya zona fronteriza es demarcada por una línea en forma de lengua de vaca. Esta es su primera conspiración. Por qué? Porque China quiere monopolizar todos los recursos naturales. Sin embargo, esta es sólo la punta del iceberg para fraguar su complot de crear una vía segura que facilite el desplazamiento de sus submarinos ubicados en la isla de Hainan por las aguas profundas en el Mar Oriental o a través del estrecho marítimo entre Filipinas y Taiwán”.

Entretanto, Anton Svetov, experto del Consejo para los Asuntos Exteriores de Rusia opina que actos similares de China han ocurrido varias veces contra diferentes países vecinos. Sin embargo, esta vez va más allá con mayor peligro y un plan de acción trazado metódicamente. El ejemplo más evidente radica en su movilización de una flota de barcos de escolta para proteger su plataforma de perforación petrolera.

Eliminación total de esfuerzos en fomento de cooperación y amistad

Para materializar su codicia, Beijing está dispuesto a violar la ley internacional y los acuerdos alcanzados y aplicar todas las medidas de intimidación y amenaza con el uso de la fuerza contra los países vecinos para sacar provechos de la soberanía nacional y zona económica exclusiva de los mismos. La acción de Beijing indigna a la comunidad internacional.

En 2011, China y Vietnam firmaron un acuerdo sobre los principios para solucionar los problemas en el Mar Oriental, según el cual ambas partes abogan por resolver las reivindicaciones territoriales mediante la paz, el diálogo y la negociación amistosa. Sin embargo, la colocación ilegal de su plataforma de perforación HD-981 por parte de Beijing en las aguas vietnamitas perjudica las relaciones bilaterales y la confianza de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)  y va en contra de la Declaración sobre el comportamiento de las partes concernientes en el Mar Oriental entre China y el bloque del sudeste asiático firmada en 2002. En cuanto al tema, Gregory Poling, experto del Centro de Investigación Estratégica e Internacional de Estados Unidos valoró: “Con estos pasos, China aniquila la buena voluntad que ha construido en el Sudeste Asiático para separar lentamente a los países vecinos más cercanos del bloque, lo que plasmó una imagen negativa de China como alborotadora en el plano internacional. Los países involucrados perderán su confianza en los compromisos de Beijing en otros tratados”.

Precedente peligroso en las relaciones internacionales

La comunidad internacional opina que con tales comportamientos, China ha superado el umbral permitido y erosiona la confianza mundial en un país que se llama a sí mismo potencia con una buena política exterior que respete a los países vecinos. Además, la acción de Beijing sentó un precedente extremadamente peligroso en las relaciones internacionales, esto es: “Un país puede aprovechar su influencia y fuerza para intimidar a los estados vecinos desafiando la ley internacional”. Si estos actos provocadores no son condenados e impedidos, hundirán al mundo en un caos bélico y creará una nueva regla de juego: “La belicosidad trae la dominación”. Esto va en contra de los deseos de los pueblos simpatizantes de la paz y los intereses tanto regionales como internacionales.

Es claro que el mundo espera una respuesta de China. Cabe destacar que el pensamiento y la acción de Beijing van en contra de la tendencia principal de la actual época que prioriza la cooperación, el respeto y la confianza recíproca para solucionar de modo pacífico y armonioso las diferencias en beneficio de las partes implicadas.