Elecciones presidenciales en Egipto: difícil pronóstico

(VOVworld) - El 23 y el 24 de mayo, decenas de millones de votantes egipcios participarán en las elecciones presidenciales. Esta es la primera vez que los electores votarán libremente desde el derrocamiento del ex presidente Hosni Mubarak por el levantamiento popular conocido como “Primavera Árabe” hace l5 meses. La opinión pública pronostica que a todos los l2 candidatos les será difícil  lograr una victoria aplastante desde la primera vuelta. 

Los analistas consideran que innegablemente elecciones revestirán un significado decisivo para el futuro de Egipto. Ante todo, los votantes elegirán a un nuevo presidente tras más de un año del derrocamiento de Mubarak. Además, los resultados electorales pondrán fin al período de transición, y con ello el esperado del poder del Consejo militar gobernante. Estos comicios demuestran que se están dando los primeros pasos en el itinerario democrático en esa nación. Desde l952 hasta la fecha, 4 presidentes han dirigido a Egipto y solo se efecturon referendos sobre el prestigio del jefe de Estado. Esta vez, los electores tienen la oportunidad de elegir a su mandatario en voto directo  y los postulantes participar en pie de igualdad enarbolando compromisos de incentivar la economía mediante la inversión en los sectores industrial, energético y agrícola, así como impulsar los proyectos a lo largo del río El Nilo para lograr el apoyo del público.


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Los electores egipcios tienen la oportunidad de elegir a su mandatario
en voto directo 



Aunque se llevan a cabo en una coyuntura bastante favorable, es difícil que estos comicios elijan a un dirigente del país desde la primera vuelta. Los resultados de las encuestras realizadas en vísperas de las elecciones demostraron que un 37 por ciento de los 50 millones de votantes egipcios todavía no deciden a qué aspirante favorecer. Según los analistas, existen muchas posibilidades de que ninguno de los l2 postulantes logre más del 50 por ciento de los votos para ganar desde la primera vuelta electortal. Si esto ocurre, los dos canditados con más sufragios pasarán a la  segunda vuelta prevista a celebrarse el l6 y el l7 de junio próximo.

En la lista de los aspirantes más prometedores para la segunda vuelta, figuran 4 nombres famosos: el ex secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, el ex premier Ahmed Shafiq, el ex miembro de la organización “Hermanos islámicos”, Abdel Moneim Abul Fotouh y el presidente del Partido Libertad y Justicia, Mohamed  Mursi, perteneciente a la organización “Hermanos Islámicos”. Ante esta restringida lista se piensa en la posibilidad de que se entable una competición entre sectas islámicas y personajes del período Mubarak. Este pronóstico condujo al director del Centro de Investigación política y estratégica  Al-Ahram, Diaa Rashwan a emitir una opinión pesimista: cualquier que obtenga la victoria en estas elecciones, dijo, significa que el poder todavía no podrá concentrarse en una organización predominante.

Mientras los resultados electorales presidenciales son difíciles de pronosticar, la opinión pública vislumbra los desafíos que el futuro nuevo estadista deberá enfrentar. A l5 meses de la destitución de Mubarak, las manifestaciones violentas continúan desarrollándose y la economía empeora cada día más: las manifestaciones, la violencia y la inestabilidad hacen que los inversionistas no se muestren interesados en participar allí. En comparación con el tiempo anterior al levantamiento, la inversión extranjera disminuyó de mil 600 millones a 440 millones de dólares, de julio a septiembre del año pasado. La balanza de pago sufrió un déficit de 2 mil 360 millones de dólares. En 20ll, el ingreso derivado del turismo se redujo en un 30 por ciento. Además, la delincuencia aumentó considerablemente, sin contar el hecho de que la división y las discrepancias entre las facciones en los últimos tiempos hicieron que esta nación norafricana no pudiera aprobar una nueva Constitución del período de post Mubarak, en la cual se estipule la autoridad del presidente.

Hace más de un año, millones de egipcios salieron a las calles en manifestaciones para derrocar al mandatario Mubarak con la esperanza de abrir un período democrático, pacífico y de desarrollo. Ahora, con sus votos, los egipcios elegirán directamente al principal dirigente del país. Sin embargo, parece que esta alternativa será difícil .

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