Escala tensión entre Irán y Occidente

La crisis en torno al programa nuclear de Irán ha llegado al clímax, y es prácticamente imposible encontrar una medida eficiente para esta cuestión en un futuro cercano. Las duras actitudes de la administración del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, y de Occidente, con EEUU como el primer exponente han sido la causa principal para este estancamiento. Las dos partes permanecen en un peligroso estado de enfrentamiento en distintos aspectos, desde lo diplomático hasta lo político y económico, incluso en el ámbito militar.

En un nuevo suceso, el 26 de diciembre, el ministro de Defensa de Irán, mayor general Ahmad Vahidi, afirmó que su país tiene la capacidad de fabricar aviones no tripulados para enfrentar cualquier guerra latente. También informó que Teherán puede mantener y extender los logros obtenidos incluso en las condiciones más difíciles o ante las sanciones integrales. Con anterioridad, el 25 del corriente, el jefe del Mando naval, almirante Habibollah Sayyari declaró que la Armada de Irán está construyendo un segundo destructor moderno llamado “Jamaran-2”. Aparte de estas declaraciones disuasorias, la administración de Teherán comenzó el 24 de diciembre una serie de maniobras navales denominada “Velayat-e 90” en el estrecho de Ormuz, con el propósito de demostrar durante 10 días su poderío militar. Este hecho aumenta las preocupaciones sobre el posible cierre por parte de Irán de esta ruta estratégica de transportación del petróleo mundial, en caso de un eventual conflicto armado entre ese país y Occidente.

En los últimos tiempos, Israel y EEUU, su cercano aliado, han intensificado una dura batalla verbal con Irán. Tel Aviv y Washington acusaron a Teherán de persistir en la ambición de poseer armas nucleares, sin embargo, no han podido presentar ninguna prueba concreta al respecto. Tanto EEUU como Israel anunciaron que no descartan un ataque militar si fracasan las negociaciones diplomáticas sobre la cuestión nuclear de Irán. Ante estas acusaciones, Teherán condenó a Washington y Tel Aviv de disponer de armas de destrucción masiva, incluidas ojivas nucleares. Y para responder a las crecientes presiones internacionales, Irán advirtió que tomará la ofensiva contra Israel y contra sus intereses globales si sufre ataques de Tel Aviv. También declaró que si se encuentra amenazado por EEUU o Israel, sus fuerzas militares se dirigirán a 32 bases militares de EEUU en el Medio Oriente y cerrará el estrecho de Ormuz. Basándose en todo lo sucedido, la opinión pública estima que Teherán es capaz de hacerlo. El cierre de este estrecho causará grandes inestabilidades para el mundo, puesto que esta es una de las líneas marítimas internacionales más importantes, por donde transita el 40% del tráfico petrolero mundial. La paralización de las actividades de transporte en el estrecho de Ormuz no sólo provocará fluctuaciones en el precio del petróleo, sino que también ejercerá otros impactos graves.

La tensión entre Irán y Occidente se endureció cuando a mediados de este mes de diciembre Teherán anunció que sus fuerzas antiaéreas derribaron en el Este del país un avión no tripulado de reconocimiento RQ-170 de EEUU. Esta fue una grave pérdida para el Ejército norteamericano. Las autoridades del Pentágono se preocupan por la supuesta aparición de aviones RQ-170 en el futuro, pero no en el territorio estadounidense. Las contradicciones se agravaron cuando Teherán declaró que había presentado sus demandas al Secretario General de la ONU Ban Ki Moon, la Organización de Cooperación Islámica y el Movimiento de los Países No Alineados sobre la violación del aparato norteamericano a su espacio aéreo. En otro suceso, el 25 de diciembre, Irán refutó las acusaciones de Washington de amparar a Yasin al Suri, miembro de la red terrorista Al Qaeda, contra el cual EEUU anunció un premio de 10 millones de dólares para quien le suministra información. La tensión se extiende a tono con las presiones que hacen los países occidentales sobre esta República Islámica en distintas esferas. Recientemente, el Departamento del Tesoro de EEUU encrudeció el embargo contra Teherán al incluir en la lista negra a 10 empresas de transportación de Malta por mantener vínculos comerciales con la Agencia de transportación marítima de Irán. Mientras tanto, en Roma, Italia, los diplomáticos de EEUU, la Unión Europea y otros aliados debatieron medidas de sanciones adicionales contra el país persa, incluso un posible bloqueo de petróleo de la Unión Europea.

Los observadores estiman que no es fácil solventar esta crisis. Que el programa nuclear es solamente un pretexto y Occidente quiere aprovecharse de la posición estratégica de esta nación en el Medio Oriente, en especial de la ruta de transportación del petróleo por el estrecho de Ormuz. Esta causa ha conducido a la escalada de tensiones entre las dos partes cuyo fin se pierde en un agujero negro.

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