(VOVWORLD) - Las tensiones comerciales entre Japón y Corea del Sur continúan escalando y están en riesgo de convertirse en una “guerra integral”. Desde las restricciones a la exportación de tecnología, la confrontación entre ambos países se está extendiendo a los sectores de consumo y turismo. Estas disputas comerciales no solo les provocan pérdidas, sino también afectan negativamente a la economía regional.
(Foto Ilustrativa: VNA)
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Las tensiones comerciales entre Japón y Corea del Sur comenzaron a principios de julio cuando Tokio anunció restringir las exportaciones de materiales de alta tecnología utilizados en la fabricación de semiconductores y pantallas de dispositivos electrónicos a Corea del Sur. Seúl consideró esta decisión como una represalia por parte nipona en un contexto en que los dos países debatían sobre las compensaciones para quienes fueron sometidos a trabajos forzosos durante la ocupación japonesa de la península de Corea de 1910 a 1945.
Riesgos de propagación a otras áreas
En medio de una mayor tensión comercial entre los dos países, el 2 de agosto, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, aprobó eliminar a Corea del Sur de la “Lista Blanca” de países sujetos a procedimientos comerciales preferenciales. En consecuencia, más de mil productos exportados japoneses al país vecino deben presentarse al Gobierno para la aprobación de cada pedido. Tokio también puede ajustar opcionalmente el tiempo de los pedidos de exportación.
Como represalia, el Gobierno surcoreano comenzó a desplegar una serie de contramedidas integrales con Japón. El presidente Moon Jae-in declaró que Seúl decidió “no darse por vencido” y si Tokio intencionalmente causó daños a su economía, también sufriría las pérdidas correspondientes.
El viceprimer ministro y ministro de Finanzas de Corea del Sur, Hong Nam-ki, anunció que su país eliminaría a Japón de la “Lista Blanca” de sus socios comerciales confiables. Seúl también decidió demandar a Tokio ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo antes posible.
En particular, la Oficina Presidencial de Corea del Sur ha insinuado la posibilidad de deshacerse del Acuerdo General sobre la Seguridad de la Información Militar (GSOMIA, según sus siglas en inglés) entre ambas naciones. Y para evitar la dependencia material de Japón, el Gobierno surcoreano invertirá casi 6 mil 500 millones de dólares en 100 bienes estratégicos importantes para garantizar su suministro estable antes de 2024.
En términos de sociedad, surgió recientemente una ola de boicots a los productos procedentes de la tierra del sol naciente, desde marcas de moda hasta cadenas de tiendas de fideos ramen, cosméticos, cerveza e incluso en el sector de turismo. Los surcoreanos ahora prefieren viajar a países del Sudeste Asiático en vez de a Japón. La tendencia bajista se refleja en la reducción de vuelos a los destinos turísticos japoneses.
Impactos en los vínculos regionales
El Gobierno de Seúl anunció que está considerando detener las actividades de intercambio pueblo a pueblo entre ambas partes, incluido el plan de invitar a las localidades niponas a asistir a dos eventos en septiembre y diciembre del presente año, así como la presencia de Corea del Sur en el Encuentro Asiático de Deportes Juveniles que se llevará a cabo a fines de este mes en Tokio.
Las tensiones comerciales entre Japón y Corea del Sur no solo provocan pérdidas económicas a ambos, sino que también afectan a la cadena de suministro de tecnología global y las negociaciones del Tratado de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) en el que ambos son signatarios.
Según Jeong Hyung-Gon, investigador principal del Instituto de Política Económica Internacional de Corea del Sur, las tensiones entre Seúl y Japón podrían poner en peligro las negociaciones del acuerdo de libre comercio considerado el más grande del mundo, obstaculizando las reuniones de alto nivel entre ambas partes y el proceso de su perfeccionamiento.
Además, Japón y Corea del Sur son dos contribuyentes importantes a los esfuerzos de integración económica regional y diversificación del mercado. Por lo tanto, las tensiones entre ellos también afectarán a los intercambios comerciales en Asia.
En un contexto en que las disputas comerciales entre Estados Unidos y China aún están por resolverse, los conflictos entre Japón y Corea del Sur agravarán el comercio global.