(VOVWORLD) - Tras su salida del país desde el muelle de Nha Rong en 1911, el presidente Ho Chi Minh se dirigió al oeste, a Francia, donde sostuvo encuentros frecuentes con numerosos compatriotas. Durante 30 años contactó con trabajadores pobres que, a pesar de pertenecer a diferentes grupos étnicos y raciales y hablar diferentes lenguajes, compartían la misma experiencia de sufrir el yugo opresor del colonialismo, y albergaban los mismos anhelos de liberarse de la esclavitud y recuperar la independencia nacional, la libertad y la dignidad humana. Mediante esos contactos, el presidente Ho Chi Minh difundió el valor de la revolución de liberación nacional por todo el mundo.
El presidente Ho Chi Minh en su oficina en la base militar de Viet Bac (1951). (Foto: tuyengiao.vn) |
El valor de la revolución de liberación nacional de Vietnam dirigida por el presidente Ho Chi Minh como una fuente de inspiración para otros pueblos se deriva de la naturaleza de la misma, y de la tradición heroica e indomable del pueblo vietnamita, que pudo contar con el liderazgo del Partido Comunista y de la gran figura de su líder. Ese valor perdura en el tiempo y su dimensión tiene una influencia muy positiva, llegando a alentar y respaldar la lucha de los pueblos oprimidos contra los imperialistas y los colonialistas. Al respecto, el embajador de Palestina en Vietnam, Saadi Salama, evaluó: “El presidente Ho Chi Minh es un hijo destacado del pueblo vietnamita, quien escribió su nombre en la historia de esta nación, en particular, y del mundo, en general, brindando grandes aportes a la lucha por la independencia y liberación de su país. Sus palabras siempre recogieron ideales emancipadores como cuando dijo que ‘No hay nada más precioso que la independencia y la libertad’. Esa frase tiene un significado muy especial para los pueblos del mundo, especialmente para el nuestro que continúa luchando sin cesar por su independencia nacional. El líder revolucionario es recordado por sus grandes contribuciones a la causa justa de la nación vietnamita y de todo el mundo”.
Los pueblos oprimidos han aprendido de la lección y del ejemplo de Vietnam, y el presidente Ho Chi Minh es quien simbolizó y cristalizó todos los valores nobles de la nación y de su época. El tío Ho y el pueblo vietnamita compartieron el mismo coraje y la fe en la liberación por ellos mismos y así lograron transitar de la dependencia hacia la autonomía. Se puede decir que los movimientos de liberación nacional en Asia, África y América Latina en el siglo XX y en la actualidad han tenido un impulso a partir de la experiencia de Vietnam, un país cuyos habitantes lucharon y se sacrificaron por su libertad y su soberanía, impulsando a la vez el establecimiento de un nuevo orden mundial justo, democrático, equitativo y moderno. Sobre este asunto, el presidente del Comité de Solidaridad Asia-África, Nuri Abdel, dijo: “A lo largo de mi vida he conocido a disímiles líderes mundiales muy influyentes, pero sin dudas en su momento, el presidente Ho Chi Minh era el líder número uno en el mundo. Dedicó toda vida a la lucha por la liberación nacional, pero vivió una vida muy sencilla y siempre amó a su pueblo”.
El embajador de Palestina en Vietnam, Saadi Salama. (Foto: Hong Nam) |
En muchas partes del mundo, el presidente Ho Chi Minh no solo es honrado con respeto y admiración, sino que también se considera como un símbolo de bondad, perdón y tolerancia, y de cómo mantener intactas, aún en las circunstancias más adversas, las expectativas sobre un mejor futuro. El exjefe de la misión diplomática de Egipto en Vietnam, Moheb El Samra, enfatizó: “El presidente Ho Chi Minh es una fuente de aliento y de gran influencia para los movimientos de liberación nacional en los países africanos, especialmente en Egipto, así como en muchos otros Estados en el mundo. Cualquier lucha por la libertad en todo el mundo toma a Vietnam y al tío Ho como ejemplo”.
Durante su vida, el presidente Ho Chi Minh hizo todo lo posible para promover la amistad y la solidaridad entre las naciones. Siempre era atento con los amigos internacionales, brindándoles una mejor comprensión de Vietnam y permitiendo a la vez que Vietnam entendiera mejor el mundo. Estaba particularmente interesado en los movimientos revolucionarios de los pueblos del mundo, especialmente los de liberación nacional en Asia y África. Expresó su pleno apoyo a la Plataforma Política del Frente Patriótico de Laos, además de enviar mensajes de solidaridad a la Conferencia Internacional de apoyo a los pueblos de las colonias de Portugal, de los países del África Meridional Ecuatorial, de Angola, Congo, África Sudoccidental y otros países asiáticos y africanos. El embajador de Palestina en Vietnam, Saadi Salama, expresó: “Siendo un palestino que lleva más de 40 años en Vietnam, siempre siento un cariño especial por el presidente Ho Chi Minh, y continuamente me acerco a su forma de vida, sus pensamientos y su ideología. El líder revolucionario vietnamita es una persona firme e invencible en la lucha por la independencia nacional, por el buen futuro de su nación y por el desarrollo de las relaciones amistosas entre Vietnam y los países del mundo”.
El presidente Ho Chi Minh es verdaderamente un símbolo y un ejemplo brillante de la lucha de los pueblos del Tercer Mundo para liberarse del yugo del colonialismo y el imperialismo. Los legados que dejó han tenido una amplia difusión y profundos efectos en el mundo.