Bosque adentro: adivinar el viento e instalar el apiario

(VOVWORLD) - La tierra de U Minh Ha, en la sureña provincia de Ca Mau, se prepara estos días para su primavera, término con que los silvicultores aluden al período de cosecha melífera a final de la estación lluviosa, cuando empiezan a florecer los árboles “tram” (melaleuca) y retornar las abejas luego de invernar. A partir de la simple idea de aprovechar el hábito de anidación sobre troncos de este insecto, los pobladores allí fundaron ingeniosamente un oficio de carácter patrimonial que brinda ingresos estables a su familia. 
Bosque adentro: adivinar el viento e instalar el apiario - ảnh 1La apicultura en colmenas colgantes es una profesión reconocida como patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional desde 2019. (Foto: VOV)

En septiembre y octubre, los actuales meses del calendario lunar, los típicos bosques de melaleuca de U Minh Ha quedan empapados por la lluvia. Las abejas emigrantes no regresan hasta noviembre, cuando el sol disipa la humedad, dando inicio a una cosecha de miel que durará hasta marzo y abril del siguiente año lunar. A esta etapa se le suele llamar la primavera.
Aprovechando los escasos días de sol en este período de prolongadas lluvias, el silvicultor Huynh Vu Hoang pela y seca troncos de árboles de melaleuca que cuida su familia, cada uno de los cuales mide más de un metro; los alisa y perfora dos agujeros en cada tramo. De tal modo tiene listo el soporte “keo”, una herramienta característica de la actividad apícola autóctona. Transporta esas piezas en bote por los canales hasta adentrarse en el bosque, tarea que sus predecesores solían hacer sobre el hombro mientras se abrían paso entre los exuberantes juncos.

Al igual que otros lugareños, cada vez que sale al bosque para revisar los terrenos de su familia dedicados al cultivo de árboles de “tram”, Vu Hoang elige y marca sitios, limpia los juncos y, al regresar con los troncos procesados, los instala de manera que se formen habitáculos ideales para abejas. Incluso durante la temporada lluviosa, los enjambres se establecen y producen miel, aunque la cantidad recolectada es reducida. 

El hombre reveló:“Coloco de una vez de 20 a 30 soportes. Tras una semana vuelvo a echarles un vistazo, recuerdo los sitios donde las abejas hayan formado sus colonias y calculo el día. Dos semanas desde que empiezan a anidarse ya es posible la cosecha. Si la colmena mide al menos un metro, recolectaré de 9 a 10 litros de miel, e incluso más por segunda vez. En las tandas posteriores espero un plazo adicional de 8 a 20 días y durante este intervalo hay que recortar una parte de la colmena original para evitar que se sobrecargue”.
Bosque adentro: adivinar el viento e instalar el apiario - ảnh 2Muchos destinos de ecoturismo en el bosque de U Minh Ha han convertido la apicultura en colmenas colgantes en su principal producto turístico. (Foto: VOV)

La apicultura en U Minh Ha, coloquialmente nombrado el oficio de disponer soportes para colmenas, ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Intangible Nacional. Constituye un fruto de la perspicaz observación, el entendimiento de la naturaleza y la creatividad del ser humano.

Más allá de una actividad improvisada durante la salida al bosque, es un recorrido en busca de la dirección del sol y del viento traspasado de generación en generación, es decir, una persecución de técnicas de acondicionar el “hogar” para el insecto. Cuando llueve y hace frío, se procura que dos tercios de los soportes estén expuestos al sol y el otro en la sombra. Durante los días calurosos y secos, solo se permite la llegada de la luz solar a un tercio del apiario porque las abejas temen demasiado al sol.

Pham Duy Khanh, un habitante local, compartió: “Hay que basarse en el comportamiento de las abejas y en el tipo de soportes. Las personas que van al bosque diariamente siempre notan los sitios perfectos para poner soportes y después hacerles ajustes. Lo más importante radica en la dirección del viento, ya que el bamboleo de los juncos dificulta el asentamiento de las abejas en los troncos. Otro factor crucial es la luz solar, si cubre más o menos un tercio del soporte, será probable que las abejas elijan esa posición y la colmena allí dé mucha miel”.

La provincia de Ca Mau promueve desde 2015 el turismo comunitario en la región de U Minh Ha, lo que brinda una oportunidad de transformación al oficio de disponer soportes para colmenas. Cada vez que florecen los melaleucas, los turistas, grupo tras grupo bajo el guía de silvicultores, caminan adentro del bosque para observar las colmenas, muchas de fascinante tamaño, y sentir el afecto de la gente allí hacia el entorno natural. Al recortar los panales y colar la miel, los apicultores siempre dejan una parte para que la colonia siga creciendo. 

Bosque adentro: adivinar el viento e instalar el apiario - ảnh 3Los turistas son introducidos a esta antigua tradición y pueden experimentar de primera mano cómo los lugareños crían y recolectan miel. (Foto: VOV)

El despliegue del turismo ayuda a aumentar las ventas de miel, por lo que los lugareños tienen una fuente estable de ingresos y conservan el oficio traspasado por sus antecesores. Pham Van Ngot, quien lleva años en esta profesión, dijo: “Los soportes atraen muchas abejas. Si ponemos 40, más de 20 terminarán siendo colonizados. La producción depende de las circunstancias, pero es mejor que la de la agricultura. La gente de aquí aprecia mucho este oficio”

Los frondosos bosques de U Minh Ha han sido atesorados de generación en generación para dar origen hoy a una forma de apicultura verdaderamente singular. Cada soporte no solo refleja el sudor y el esmero humano, sino también el cariño y el anhelo de una vida más brillante bajo el dosel de los árboles “tram”.

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