El proyecto de resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” manifiesta la “preocupación” por el mantenimiento del embargo económico y “sus efectos negativos sobre la población cubana”.

Representantes de Venezuela, Rusia, China y Bolivia, así como de diferentes organizaciones políticas y sociales, incluido el Movimiento de Países No Alineados, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Organización para la Cooperación Islámica, la Comunidad del Caribe y el G77 y China (G77+China) tuvieron discursos en apoyo a Cuba y su pueblo.

El presidente de la isla caribeña, Miguel Díaz-Canel, resaltó que Cuba no dejará de luchar contra el bloqueo, porque es ilegal, injusto e inhumano. Según el mandatario, esta medida unilateral amenaza el desarrollo de su país y va en contra del espíritu de la Carta de las Naciones Unidas.

En vigor desde 1962, el bloqueo estadounidense restringe el acceso de Cuba a una amplia gama de bienes, así como a la ayuda internacional y los recursos financieros. La parte cubana dijo que las restricciones han dificultado que el país se recupere de las secuelas del huracán Ian, que destruyó 14.000 viviendas y causó daños a largo plazo en la red eléctrica de Cuba.