(VOVWORLD) - El gobierno militar de Myanmar anunció ayer que un terremoto de magnitud 7,7 ocurrido este 29 de marzo cobró la vida de al menos 140 personas, dejó al menos 730 heridos y derrumbó edificios en una extensa área.
Los informes preliminares señalan que numerosos apartamentos, hospitales, escuelas y oficinas gubernamentales han sufrido daños de diversa magnitud. Varios edificios escolares se derrumbaron, dejando a un número indeterminado de estudiantes atrapados entre los escombros.
Las autoridades de Mandalay estimaron que la mayoría de las víctimas se concentran en el centro de la ciudad, donde se han registrado graves daños estructurales.
El líder de la junta militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, visitó algunas de las zonas afectadas y solicitó apoyo internacional para afrontar las consecuencias del desastre.
En Tailandia, los equipos de rescate trabajan contrarreloj en la búsqueda de supervivientes entre los escombros de un edificio de apartamentos en construcción que colapsó en Bangkok tras el sismo.
Hasta el momento, se han confirmado al menos cinco fallecidos y 117 desaparecidos tras el derrumbe. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, visitó el lugar de la tragedia y afirmó que la situación en el país “comenzó a calmarse”, permitiendo que la población regrese a sus hogares con seguridad.
Tras el terremoto, se han registrado unas 12 réplicas, aunque no hay riesgo de tsunami, ya que el epicentro se ubicó lo suficientemente tierra adentro, según informó Paetongtarn.