El mismo día, la jefa brasileña adoptó una serie de medidas estrictas para alcanzar una mayor independencia y seguridad en Internet. De esta manera, Brasil planea lanzar en 2016 el primer satélite de comunicaciones nacional, para el tráfico de Internet militar y público, así como tender un cable submarino de fibra óptica directamente a Europa y también a todas las naciones de América del Sur. También instó a una pronta votación para un proyecto de ley que obligue a las empresas extranjeras como Google o Facebook a almacenar los datos sobre sus clientes brasileños en servidores nacionales.