La crisis sin salida en Siria

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En Siria, conflictos, violencia, división étnica y competencia entre potencias para lograr mayor influencia en ese territorio continúan siendo focos de atención mundial. En la actualidad, el país de Oriente Medio sigue dividido con la presencia de decenas de fuerzas, incluidas las extranjeras. Después de la operación “Primavera de Paz” promovida el 9 de octubre por Turquía en el norte de Siria durante dos semanas, el escenario político allí cambió considerablemente. Estados Unidos perdió su posición frente a Rusia, mientras Turquía y Siria avanzaron en sus propias estrategias.

Sin embargo, lo que más espera la opinión pública, el restablecimiento de la paz, no se consiguió. Los enfrentamientos continúan en el sur de Idlib, y otras localidades de Daraa y Damasco. En los últimos años, los conflictos armados y la violencia son habituales en numerosos territorios sirios con la participación de fuerzas extranjeras, el ejército, los insurgentes, organizaciones terroristas y extremistas, con un saldo de miles de muertes.

Conflicto Palestina-Israel, estallido latente

Otra gama oscura en el panorama de paz de Oriente Medio es el prolongado conflicto entre Palestina e Israel. La tensión se agravó debido a la cuestionada decisión del Gobierno estadounidense de reconocer a Jerusalén como la capital israelí, el traslado de su embajada a esa zona y el apoyo a la construcción de reasentamientos judíos en el territorio ocupado palestino. Los intercambios de disparos y otros incidentes violentos entre combatientes de Palestina y el ejército de Israel en la Franja de Gaza son frecuetes y crean un ambiente que hace temer un estallido bélico de mayores proporciones en cualquier momento.

La comunidad internacional está preocupada por el estancamiento del proceso de paz en la región y ha exhortado en repetidas ocasiones a las partes involucradas a disminuir la tensión y redoblar los esfuerzos por salvar las negociaciones.

Escalada de tensión en el estrecho de Ormuz, riesgo de guerra   

También son motivo de preocupación las graves tensiones en el estrecho de Ormuz. Estados Unidos e Irán corrieron riesgo real de una guerra, pues el primero desplegó el portaviones Abraham Lincoln en el golfo Pérsico en mayo, mientras Teherán derribó un dron norteamericano valorado en 200 millones de dólares a mediados de junio de 2019. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump emitió una orden de bombardeo a Irán, pero luego la canceló. Entretanto, la nación persa detuvo a una serie de buques petroleros bajo distintas acusaciones.

El agravamiento de la situación en el estrecho de Ormuz evidencia la profunda rivalidad entre fuerzas internacionales y regionales. Estados Unidos y sus aliados Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos acusaron a Irán de intentar hacer sentir su influencia con el envío de efectivos a Yemen, Siria e Iraq. Entretanto, Teherán argumentó que Washington amenazó la zona con el despliegue del portaviones, bombarderos y otros equipos militares en el golfo Pérsico. Asimismo, anunció su quinto paso para reducir los compromisos nucleares alcanzados con las seis potencias mundiales si los países europeos firmantes no adoptaban medidas prácticas para mantener el cumplimiento del acuerdo. Con lo que toda indica que el problema no se solventará en el futuro cercano.  

Escasos puntos brillantes

En ese oscuro escenario en el Oriente Medio, existen sin embargo algunos puntos brillantes entre los cuales resalta el mejoramiento de las relaciones entre Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto y Qatar, desde el estallido de la crisis en junio de 2017. A principios de diciembre de 2019, Arabia Saudita invitó al sultán qatarí a participar en la 40 cita del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, celebrada el 10 del mismo mes en Riad. Después, el día 15, el canciller de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman al-Thani declaró resueltas las diferencias con Arabia Saudita.

Entretanto, la lucha contra el Estado Islámico continuó avanzando en Siria e Iraq. El terreno de operaciones de la organización terrorista se redujo cada día y su cabecilla, Abu Bakr al-Baghdadi fue aniquilado el 26 de octubre por fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria.

No obstante, más que todo lo demás, en medio de conflictos y crisis, persisten la aspiración y los esfuerzos por restablecer la paz, con apoyo de la comunidad internacional. Estas señales imprimen una escasa, aunque esperanzadora gama de color al oscuro panorama de Oriente Medio.