(VOVworld) – Ubicada en la comuna de Van Canh, distrito de Hoai Duc cerca de Hanoi, la aldea de Kim Hoang ha preservado el oficio de elaboración de la pintura folclórica desde el siglo XVIII. Los temas sencillos reflejan de modo genuino la vida cotidiana de los agricultores del Delta del río Rojo con imágenes de búfalos, ganados bovinos, cerdos y gallos.
Ganado de cerda es una de las imágenes más típicas de la aldea de Kim Hoang
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Junto a las pinturas de Dong Ho en Bac Ninh y de Hang Trong en la capital Hanoi, las creaciones de la aldea de Kim Hoang forman parte de los géneros pictóricos representativos del Delta del río Rojo. Antiguamente, se denominaban pinturas rojas porque eran dibujadas en papel rojo, a diferencia de los productos de Dong Ho y Hang Trong que se pintan en láminas blancas de madera o de cáscara de un árbol de la familia de las timeleáceas. En cuanto a la coloración, las obras de Kim Hoang tienen el fondo rojo sobre el cual se ponen las gamas de negro derivadas del grabado de madera. Después de este proceso, se colorean los dibujos en tonos de amarillo, verde, azul, azul oscuro, morado y rosa, entre otros. Según Le Bich, aficionado de la pintura folclórica, en un intento de satisfacer su pasión, ha investigado y coleccionado las obras de la aldea de Kim Hoang. Él compartió lo siguiente: “De las pinturas rojas de Kim Hoang, me gustan las imágenes de cerdo y gallo porque los dibujos son sencillos, ingenuos y muy cercanos a la vida de los agricultores vietnamitas. Hasta la fecha, continúan guardando sus rasgos estéticos e incluso modernos, gracias a su naturalidad presentada en el papel rojo con borde negro y rayas blancas”.
Los dibujos de Kim Hoang son sencillos, ingenuos y muy cercanos a la vida de los agricultores vietnamitas
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Antaño, para elaborar una obra llamativa, los artesanos del poblado de Kim Hoang usaban grabados de madera “thị” (diospyros decandra, nombre científico), “vàng tâm” (de la familia de magnolia) y de yaca. Se trata de moldes sofisticados que destacan la idiosincrasia de la técnica de grabado. Según cuentan los lugareños, a principios del siglo XX, después de la cosecha de octubre, las primeras olas de frío invadían el poblado. Era el momento más propicio de los aldeanos de Kim Hoang para la producción de pinturas. Compraban el papel escarlata en la calle de Hang Ma, denominada según el nombre del oficio de creación de objetos votivos. Los artesanos, colocaban este material en los grabados mojados, usando una esponja seca para frotar suavemente la superficie de la lámina, poner de relieve los dibujos y luego, secarla al sol. Después, perfeccionaban los dibujos con más rayas y los coloreaban. En especial, se empleaba el pincel hecho de paja de arroz glutinoso para garantizar la suavidad y flexibilidad de la tonalidad, razón por la cual las creaciones de Kim Hoang tienen dibujos graciosos pero excepcionalmente vivos. En este sentido, Nguyen Thi Thu Hoa, coleccionista de pinturas folclóricas reveló: “Las pinturas de Kim Hoang se elaboran en una aldea rural en la cercanía de Hanoi al servicio de los trabajadores, y por lo tanto, tienen influencias populares con dibujos sencillos. Para este sector de la población, en ocasiones como el año nuevo lunar, se compran sentencias paralelas rojas en espera de la prosperidad. Por otro lado, las creaciones de Kim Hoang tienen colores derivados de materiales naturales, los cuales mantienen la claridad sin ponerse translúcidos con el transcurso del tiempo”.
Artesanos de la aldea de Kim Hoang aspiran a recuperar los grabados antiguos para revitalizar uno de los manjares espirituales de los antepasados
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En las obras de Kim Hoang no sólo hay dibujos sino también se escriben letras chinas arriba a la izquierda, formando una composición armoniosa y coherente. Para ello, los artesanos deben dominar la escritura china y la técnica de pintura para distinguirse de otros géneros pictóricos.
Hasta la fecha, no se registran a muchas personas que logran preservar los grabados de dicho poblado debido a los desastres naturales y altibajos de la historia durante el siglo pasado. De esta manera, la resurrección del mencionado oficio tradicional es la aspiración de los amantes de la pintura folclórica, especialmente de los artesanos de la aldea de Kim Hoang, quienes buscan revitalizar uno de los manjares espirituales de los antepasados en la tierra Doai (zona occidental) y el Delta del río Rojo al norte del país.