(VOVWORLD) - Con una extensa línea costera, un clima tropical monzónico, altos niveles de radiación solar y velocidades de viento favorables, Vietnam reúne condiciones excepcionales para el desarrollo de energías renovables, especialmente la solar, la eólica y la de biomasa. Además, su cercanía a grandes polos de producción de equipos para energías limpias como China, Japón y Corea del Sur, le brinda una posición estratégica para consolidarse como un eslabón esencial dentro de la cadena de suministro global del sector.
La transición mundial de los combustibles fósiles hacia fuentes limpias y sostenibles avanza con fuerza. Las principales economías están reconfigurando sus estrategias de desarrollo sobre los principios de sostenibilidad, eficiencia y protección ambiental.
En este contexto, Vietnam vive un proceso acelerado de transformación energética. Aunque aún no domina las tecnologías más avanzadas del sector, el país ya participa en la cadena de ensamblaje de componentes clave, como paneles solares y torres eólicas. Para consolidarse como un centro dentro de la cadena global de suministro de energías renovables, necesita definir y aplicar una estrategia de largo plazo orientada a la reducción de emisiones y al objetivo de neutralidad de carbono para 2050, en línea con las tendencias internacionales.
Vietnam tiene actualmente la capacidad de energía solar instalada más completa del Sudeste Asiático. (Foto: VNA) |
A corto plazo, resulta imprescindible diseñar una estrategia de desarrollo energético sostenible que combine la diversificación de fuentes con una fuerte inversión en energías renovables. El Gobierno impulsa políticas que fomentan la investigación, la transferencia tecnológica y la producción de equipos “Make in Vietnam” para el sector de las energías limpias. Al mismo tiempo, refuerza la cooperación internacional, compartiendo experiencias y tecnologías con países desarrollados.
Tran Van Giang, jefe del Departamento de Electricidad de la Corporación Nacional de Carbón y Minerales de Vietnam, afirmó: “Es primordial desarrollar de manera sincronizada las fuentes de energía tradicionales y renovables, aprovechando con eficacia el potencial de la energía eólica marina, la solar, la hidroeléctrica a pequeña escala, la biomasa y la energía generada a partir de residuos. Garantizar la seguridad energética es una tarea estratégica, de largo plazo y carácter integral, destinada a satisfacer las necesidades del desarrollo económico y social, al tiempo que asegure reservas y autonomía en el suministro”.
Para avanzar en esta dirección, las empresas vietnamitas necesitan apoyo tecnológico y financiero, además de una cooperación internacional más estrecha que les permita integrarse con mayor profundidad en la cadena global de valor. En este sentido, la política financiera se considera una herramienta decisiva para impulsar la transición energética.
El profesor asociado y doctor Ngo Tri Long, exdirector del Instituto de Investigación de Mercados y Precios del Ministerio de Finanzas, señaló: “Vietnam debería crear un fondo nacional de transición energética. Este mecanismo permitiría apoyar a las empresas en sus inversiones en energías limpias y facilitar el acceso al capital para las actividades del sector. Asimismo, es necesario desarrollar un sistema de crédito verde para los bancos comerciales, dado que el país aún carece de un marco crediticio claro en esta materia. Un sistema eficaz de crédito verde contribuiría a reforzar la competitividad de las empresas y a estimular su participación en el mercado energético”.
Otro factor clave es la formación de personal cualificado. El doctor Nguyen Dat Minh, jefe de la Facultad de Gestión de Tecnología y Energía de la Universidad de Electricidad, destacó: “Los recursos humanos desempeñan un papel esencial dentro de la cadena de suministro energética. En los próximos años, Vietnam necesitará decenas de miles de trabajadores en este ámbito, desde operarios y técnicos hasta ingenieros especializados en diseño, operación y mantenimiento. Por ello, es fundamental vincular los programas formativos de universidades e institutos con las demandas reales de las empresas energéticas”.
En un contexto de transición energética acelerada a escala mundial, reforzar la competitividad y la posición de las empresas vietnamitas en la cadena global de suministro de energías renovables constituye una oportunidad estratégica para que el país dé un salto cualitativo e impulse su integración más profunda en la economía internacional.
Solo cuando las empresas vietnamitas sean capaces de participar en todas las etapas, desde el diseño y la fabricación hasta la operación y la exportación de soluciones energéticas, Vietnam podrá consolidarse como un eslabón esencial e insustituible en la cadena global de suministro de energías renovables.