(VOVWORLD) - En los últimos días, la violencia sangrienta se intensificó entre las tropas israelíes y los palestinos tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, e incluso se ha extendido al territorio del Líbano y los Altos del Golán, zona disputada entre Israel y Siria. Es visible el riesgo de una nueva espiral de violencia en Oriente Medio, cuyas consecuencias impredecibles obligan a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para desescalar tensiones y controlar la situación.
El origen del último estallido de violencia en Oriente Medio fue la incursión militar israelí en la zona del Monte del Templo, conocida por los palestinos como la mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén Este, en la madrugada del pasado 5 de abril. Los posteriores ataques de represalia entre las partes llevaron el escenario regional a un situación calificada de “extremadamente peligrosa”, que podría estallar en una nueva ola de conflictos sangrientos con consecuencias impredecibles.
Un humo se eleva después de un ataque aéreo de Israel en la Franja de Gaza, 7 de abril de 2023. (Foto: AP) |
Una peligrosa incitación a la violencia
Según las fuentes, durante la incursión en la mezquita Al-Aqsa en Jerusalén Este en la madrugada del 5 de abril, el ejército israelí arrestó a más de 350 palestinos. Este incidente ocurrió en un delicado momento, cuando los israelíes han comenzado la Pascua, una de las fiestas más celebradas del judaísmo, mientras los palestinos han estado celebrando el mes sagrado musulmán de Ramadán.
Un día después, el ejército israelí informó que se lanzaron al menos 34 misiles desde el sur del Líbano hacia el norte de Israel. Indicó también que los perpetradores de estos ataques fueron el grupo islámico Hamás que controla la Franja de Gaza.
La mayoría de estos cohetes fueron derribados por el sistema de defensa aérea de Israel Cúpula de Hierro, pero aún así hirieron levemente a dos personas y causaron algunos daños materiales.
Posteriormente, el 7 de abril, fuerzas israelíes respondieron con una serie de ataques aéreos contra la infraestructura de Hamás en el sur del Líbano y la Franja de Gaza. Esta es la primera vez que Tel Aviv confirmó haber llevado a cabo un ataque en territorio libanés desde abril de 2022. El mismo día, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, firmó un decreto que puso a las unidades policiales y fuerzas de reserva en estado de disposición combativa para hacer frente al riesgo de una escalada de violencia.
El 8 de abril se dispararon tres cohetes desde Siria hacia los Altos del Golán, bajo control de Israel, e inmediatamente, la artillería israelí ripostó con ataques al territorio sirio. En Cisjordania se registraron continuos enfrentamientos entre las tropas israelíes y los armados palestinos desde el 5 de abril. En particular, el último choque ocurrió el 10 de abril en el campo de refugiados de Aqaba, en la ciudad de Jericó, matando a un palestino e hiriendo al menos a otros cinco.
Esfuerzos por frenar la escalada del conflicto
La cadena de televisión en árabe Al Jazeera y otras fuentes regionales consideraron como muy peligrosa y preocupante la situación actual tanto en Cisjordania, la Franja de Gaza, como en las áreas fronterizas entre Israel y el Líbano y Siria. En particular, indicaron, lo más preocupante es el riesgo de que los ataques de ida y vuelta entre Israel y Hamas en el sur del Líbano, puedan conducir a la intervención de Hezbolla, el grupo islamista armado más grande del Líbano, que ha participado en muchos conflictos sangrientos contra los israelíes en el pasado. Agregaron que si no se controla bien la situación en los territorios palestinos ocupados como la Franja de Gaza y Cisjordania, podría generarse una nueva espiral de violencia similar o incluso más peligrosa que los levantamientos de la Intifada.
Ante este contexto, la comunidad internacional ha dedicado muchos esfuerzos para rebajar la tensión y evitar que la violencia se intensifique. El 8 de abril, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo una llamada telefónica con su homólogo israelí, Isaac Herzog, mientras que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, habló por teléfono con su homólogo israelí, Yoav Gallant, para instar a las autoridades de Tel Aviv a frenar la violencia y reducir la tensión.
El mismo día, el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pidió a todas las partes en pugna que ejerzan moderación en medio de las importantes ceremonias religiosas en curso. Borrell llamó al fin inmediato de las acciones violentas y enfatizó la necesidad de tomar medidas para evitar que el conflicto se extienda. Anteriormente, funcionarios de China, Rusia, Gran Bretaña y Francia también instaron a todas las partes a ejercer moderación y reducir las tensiones, y al mismo tiempo encontrar las medidas apropiadas para el prolongado conflicto palestino-israelí.