(VOVworld) - La crisis política en Siria se mantiene llena de suscesos imprevisibles. A partir del primero de septiembre, el diplomático argelino Lakhdar Brahimi relevará oficialmente a Kofi Annan como enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, con el compromiso de poner por delante los intereses del pueblo sirio, sin escatimar esfuerzos para ayudar a esta nación del Oriente Medio. Al mismo tiempo, según informó Irán, en reunión previa a la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, que se inauguró este domingo en Teherán, el país anfitrión presentará una propuesta para poner fin a los conflictos en Siria. Sin embargo, el curso de los acontecimientos allí dejan sin esperanza alguna a la opinión pública mundial. Se prevé que el desenlace de los conflictos internos en Siria tendrá tonos muy dramáticos.
Manifestantes y conflictos violentos siguen su escalada en Siria
El 27 de agosto, las fuerzas insurgentes derribaron un helicóptero del Ejército sirio, en el distrito de Jobar, en las afueras de Damasco. Mientras tanto, activistas de la oposición afirmaron que los ataques con proyectiles y bombardeos desde helicópteros contra las zonas adyacentes de la capital se suceden cada vez con mayor frecuencia. En ese día mismo, en particular los bombardeos cobraron la vida de al menos 60 personas.
La opinión pública se pregunta: ¿Por qué se prolonga tanto esta crisis? Durante 18 meses desde que se desataron los conflictos en ese país árabe, no se vislumbra ninguna salida, ni siquiera una esperanza. El plan de paz de 6 puntos del ex enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, no tuvo oportunidad de dar fruto. Su ambicioso plan de emprender negociaciones entre las partes en Siria no recibió el apoyo necesario tanto del gobierno de Damasco como de la comunidad mundial. El presidente sirio Bashar al Assad reafirmó en diferentes ocasiones que no abandonará el poder, mientras los irregulares le exhortan a dimitir antes de iniciar negociaciones. El apoyo de Occidente y de las naciones integrantes del Consejo de Cooperación del Golfo al Ejército Libre Sirio complica cada vez más el escenario político en el país árabe.
Este lunes, el presidente francés, Francois Hollande declaró que París reconocerá un gobierno provisional de Siria en cuanto se establezca, al tiempo que instó a las fuerzas opositoras a crearlo lo antes posible. El estadista también confirmó que Francia está trabajando con varios socios sobre la posibilidad de crear "zonas seguras" o "zonas liberadas" en el interior de Siria, una idea adelantada por Turquía, para impedir los bombardeos de Damasco. Esta idea es considerada un plan calculado, puesto que una eventual zona de exclusión aérea significa el inicio de una intervención más amplia y profunda, y un guión post-sirio se ha diseñado tal como lo ocurrió en Libia antes. Hasta el momento, con el respaldo de Occidente, más de 40 autoridades sirias, muchas de ellas de alto rango, incluido un primer ministro, han desertado. Sin embargo, la opinión pública duda de que la salida de Bashar al Assad garantice transitar de la autocracia a la democracia, y de cómo impactará en la situación política general en la región. Es muy difícil encontrar una respuesta satisfactoria a estas cuestiones, si se observa lo que se está sucediendo en Egipto y Libia, dos naciones a las cuales aplica Occidente el modelo derivado de la “Primavera Árabe”.
La intervención extranjera agrava la situación de violencia en Siria
Una realidad comprobada es que con el patrocinio de Occidente, la oposición logra cierta posición en el escenario político de Siria. Recientemente, estas fuerzas anunciaron el control del 60% de Alepo, segunda ciudad en importancia de Siria, situada cerca de la frontera con Turquía. Esta declaración puede ser correcta o no, pero obviamente, los rebeldes están controlando una parte del territorio sirio. Damasco debió recurrir a los bombardeos para retomar el pleno control, pero no logra resultados decisivos. La injerencia de otros países ha empujado y está empujando la crisis en Siria a un dramático fin. Preocupa que una vez contra la pared, la administración de Bashar al Assad podría responder con fuertes medidas, y no se descarta el posible empleo de armas químicas. Según estandísticas, Siria posee mil toneladas de armas químicas, incluido el gas sarin, oculto en 50 distritos y pueblos. Si esta posibilidad se diera, será una tragedia para la humanidad. El presidente de EEUU, Barack Obama ha trazado un “límite rojo”, y al mismo tiempo advirtió que Siria sufrirá grandes consecuencias si mueve o emplea estas armas. Nadie puede predecir el fin de los conflictos en Siria, pero sí se puede asegurar que las pérdidas humanas serán colosales.