(VOVWORLD) - La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) comenzó en el día de ayer en la ciudad escocesa de Glasgow con la participación de más de 120 jefes de Estado y de Gobierno, y bajo la premisa de lograr acuerdos rápidos y duraderos para responder a la variación del clima. Sin embargo, el desafío que se plantea a los delegados es enorme, ya que el accionar del mundo se encuentra constreñido por la actual emergencia climática.
La nueva Conferencia Internacional sobre el Clima organizada por la ONU tiene lugar en el contexto de la cada vez mayor dificultad a la hora de prevenir los fenómenos climáticos extremos. El informe de apertura de la cita indicó que el nivel medio del mar ha aumentado en 2,3 metros en los últimos 30 años debido al derretimiento de los glaciares, mientras que las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord. En la inauguración del evento, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que el estado actual del clima es “un boleto de ida al desastre”. Por ello, la COP26 prevé representar un punto de inflexión para el futuro del planeta y de la humanidad ante las amenazas climáticas.
 La ceremonia de apertura de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, Escocia, el 31 de octubre. (Foto: AFP/VNA) |
Señales positivas
Un día previo a la apertura de la COP26, la Cumbre del Grupo de los Países Desarrollados y Emergentes del mundo (G20) alcanzó un importante acuerdo en un esfuerzo por frenar el calentamiento global. Por primera vez, los líderes del referido bloque confirmaron su respaldo al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, según lo acordado en 2015 en París. Por su potencial e influencia, este compromiso del G20 se considera una motivación para que los líderes de la COP26 tomen decisiones contundentes sobre este tema.
Sin embargo, el mayor motor de la lucha global contra el cambio climático en general y la nueva conferencia en particular es el regreso de Estados Unidos. Después de asumir el cargo en enero de 2021, el presidente norteamericano, Joe Biden, decidió volver a unirse a una serie de convenciones internacionales, incluido el Acuerdo de París de 2015. También se comprometió a reducir las emisiones entre un 50% y un 52% para 2025 en comparación con las estadísticas de 2005. Esto fue enfatizado por Joe Biden durante su discurso pronunciado en la primera jornada oficial de la COP26 efectuada el 1 de noviembre.
En esta cita, la India, uno de los principales emisores del mundo, también se comprometió a alcanzar las cero emisiones netas en 2070. Esta nación sudasiática es el último gran emisor de carbono del mundo en anunciar tal objetivo. Anteriormente, China prometió que alcanzaría uno similar para 2060 mientras que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) establecieron sus metas para 2050.
Quedan numerosos desafíos
Se puede decir que los avances realizados en la COP26 hasta el momento han sido bastante relevantes. Sin embargo, el combate frente al cambio climático sigue siendo un gran desafío para el mundo. Además, el papel de liderazgo de Estados Unidos en esta lucha aún no está garantizado puesto que el Congreso de Estados Unidos no ha aprobado el paquete presupuestario valorado en 555 mil millones de dólares propuesto por Biden, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país. Según este plan, Washington dedicará 150 mil millones de dólares a ayudar a las empresas eléctricas nacionales a acelerar su transición a energías limpias.
Otro riesgo es la posibilidad de que los países no puedan o se nieguen a cumplir sus compromisos de combatir el cambio climático por diversas razones, como, por ejemplo, dedicar recursos a superar las consecuencias de la pandemia del covid-19. Esto explica por qué muchos líderes asistentes a la COP26 destacaron especialmente el tema de priorizar los recursos dirigidos al combate del cambio climático. En la conferencia, el primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, ratificó el compromiso de su gobierno de responder a la variación del clima y fomentar la recuperación natural, las que se consideran como prioritarias en sus políticas. También hizo un llamado a todos los países para que se comprometan firmemente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sobre la base del principio de responsabilidad compartida, el cual debe ser adecuado a las condiciones, circunstancias y capacidad de cada país y garantizando la igualdad y justicia en esta batalla.