Retos en el ámbito interno

Una encuesta publicada el 27 de abril por NBC News Stay Tuned muestra que el 55% de los estadounidenses desaprueban la gestión de Trump como presidente, frente al 45% que la aprueba. Hace apenas un mes, la cifra de desaprobación era del 51%. Aun así, el 60% de los encuestados considera que el país avanza en la dirección correcta. Otras encuestas realizadas por medios como CNN, The New York Times, The Washington Post y ABC News también reflejan una leve disminución en el respaldo al mandatario respecto al inicio de su segundo mandato.

Estos resultados han provocado un debate intenso dentro de la sociedad estadounidense. Mientras los simpatizantes de Trump cuestionan la fiabilidad de las metodologías utilizadas en las encuestas, alegando sesgo o falta de rigurosidad, la parte opositora las defiende como un reflejo genuino del sentir ciudadano. Para los analistas, más allá de la validez de los sondeos, la controversia demuestra un panorama complejo para el actual inquilino de la Casa Blanca, en un momento en que muchas de sus políticas aún carecen de una definición clara.

Según Carolyn Kissane, experta del Centro de Asuntos Globales de la Universidad de Nueva York, los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump han estado marcados por una ruptura deliberada con numerosas políticas tradicionales.

“Recordaremos estos primeros 100 días del presidente Donald Trump como una etapa de transformación profunda en Estados Unidos, tanto en la manera de gobernar como, en el posicionamiento del país a nivel internacional”.

En el ámbito interno, una de las decisiones más controvertidas de Trump ha sido la actuación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que ha ejecutado despidos masivos de cientos de miles de empleados, aplicado recortes presupuestarios severos e incluso ordenado el cierre de diversas agencias federales. A ello se suman las crecientes preocupaciones de los hogares estadounidenses por el alza de precios, atribuida en gran parte a la guerra comercial emprendida por la Casa Blanca contra sus principales socios internacionales.

Sin embargo, en otros frentes, particularmente en temas de inmigración y combate al crimen, diversos analistas coinciden en que la administración de Trump ha logrado avances concretos en un tiempo relativamente breve. Danielle Pletka, investigadora principal del Instituto de Empresas Estadounidenses dijo: “El presidente Trump logró reducir significativamente el número de inmigrantes ilegales que cruzaban la frontera en los primeros días de su mandato. Las cifras pasaron de decenas de miles por día a apenas unas decenas. Esto es un hecho muy relevante, porque demuestra que el problema puede ser resuelto. Lo esencial aquí es la determinación del presidente, y eso es justamente lo que le falta a Joe Biden.”

El puerto de carga en Bayonne, New Jersey, Estados Unidos. (Foto: Xinhua/VNA)

Desafíos en política exterior

En el ámbito internacional, los primeros 100 días del presidente Donald Trump también han estado marcados por cambios de política exterior considerados históricos, marcados por sus enfoques para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania, la crisis en Gaza, el programa nuclear iraní, las relaciones con los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), las propuestas controversiales como la intención de anexar Canadá y Groenlandia, especialmente la nueva política arancelaria que afecta a prácticamente todos los socios económicos de Estados Unidos. No obstante, la mayoría de estas iniciativas enfrenta ciertos obstáculos.

En cuanto al conflicto entre Rusia y Ucrania, la promesa de Trump de resolver el conflicto “en 24 horas”, posteriormente ampliada a “en 100 días”, ha quedado incumplida. A pesar de los esfuerzos diplomáticos estadounidenses desde finales de febrero, las partes involucradas no han logrado acuerdos sustanciales, salvo por algunos breves altos al fuego temporales.

Por otro lado, el plazo de 90 días establecido por Washington para renegociar acuerdos comerciales con el objetivo de reformular el sistema arancelario global ha evidenciado las dificultades de Estados Unidos para imponer nuevas reglas en el comercio internacional.

Ante este panorama, surge la pregunta: ¿Obligarán estos desafíos internacionales al presidente Trump a replantear sus políticas exteriores en los próximos meses? Para Emma Ashford, experta del Centro Stimson, la respuesta es negativa. Según su análisis, la política exterior de Trump durante los primeros 100 días de su segundo mandato no diferirá de la que mostró en su primer periodo (2016–2020). Su enfoque sigue guiado por el principio de “Estados Unidos primero”, y busca utilizar el poder estadounidense como herramienta para alcanzar sus objetivos globales.

Matthew Dallek, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad George Washington, compartió esta perspectiva: “En lo político, creo que Donald Trump será un poco más cauteloso. En su primer mandato solía ceder ante la presión, como vimos cuando impuso una pausa de 90 días para las negociaciones arancelarias. Pero ahora, su gobierno actúa con mayor determinación, dispuesto a aplicar políticas largamente postergadas”, señaló.

La mayoría de los analistas coinciden en que, aunque podrían darse ciertos ajustes tácticos, los objetivos estratégicos de la política exterior de Estados Unidos no cambiarán sustancialmente. Estas políticas, sostienen, seguirán teniendo un impacto profundo en la dinámica internacional en los próximos meses.