(VOVWORLD) - Más de dos semanas después del golpe que condujo al colapso del gobierno de Bashar Al-Assad, las fuerzas en el poder en Siria y la comunidad internacional mantienen los esfuerzos por construir una hoja de ruta común hacia una paz y una estabilidad duraderas en ese país.
El 19 de diciembre, una delegación diplomática estadounidense, encabezada por la subsecretaria de Estado para Oriente Medio, Barbara Leaf, estuvo presente en la capital siria, Damasco, por primera vez en más de 13 años, para discutir las relaciones futuras con las nuevas fuerzas gobernantes en ese territorio.
Este acontecimiento marca el inicio de una nueva situación política en un país devastado por la guerra desde hace más de una década.
 El coche de la delegación estadounidense salió del hotel en Damasco, Siria, el 20 de diciembre. (Foto: AFP) |
Buenas perspectivas diplomáticas
En un comunicado emitido tras las primeras conversaciones con los dirigentes de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el grupo islamista que dirige las fuerzas en el poder en Siria, la delegación diplomática norteamericana envió un mensaje positivo, diciendo que HTS está comprometido a no permitir que los grupos terroristas representen una amenaza dentro y fuera de Siria, incluso para Washington y sus socios regionales, así como que la nueva fuerza gobernante en Siria está dispuesta a construir relaciones pacíficas con Estados Unidos.
Después de la reunión, la parte estadounidense también canceló oficialmente la recompensa de 10 millones de dólares por el arresto de Ahmed Al-Sharaa, el líder de HTS. Esta medida ha allanado el camino para numerosas actividades diplomáticas por parte de muchos otros países. El 21 de diciembre, Qatar anunció la reapertura de su embajada en la capital, Damasco, tras 13 años de cierre. Otros estados árabes como Arabia Saudita y Jordania también han enviado delegaciones diplomáticas a Siria. Turquía, un país que ha desempeñado un papel destacado en los recientes acontecimientos políticos en Siria, pronto reabrió su embajada en Damasco el 14 de diciembre y asumió una serie de compromisos de apoyo diferentes al nuevo gobierno sirio, tanto diplomática como militarmente. Incluso los estados que tienen estrechos lazos con la administración recientemente derrocada de Bashar Al-Assad, también declararon su respaldo a la creación de un entorno pacífico y estable en una Siria cuya soberanía esté garantizada.
 La bandera de Qatar izada en la Embajada de Qatar en Damasco, Siria, el 21 de diciembre. (Foto: Xinhua) |
Según los observadores, recientes acontecimientos políticos inesperados están obligando a los países de la región, así como a las potencias, a competir por la influencia en dicha nación de Oriente Medio. El experto del Programa de Oriente Medio y Norte de África de Chatham House (Reino Unido), Bader Al-Saif, afirmó que esta carrera se desarrolla de forma relativamente pacífica, pero advirtió que el nuevo proceso de paz en Siria está en sus primeras fases y es extremadamente frágil, por lo que es necesario evitar cualquier interferencia externa excesiva
“El camino de Siria hacia el futuro a menudo se considera caótico, inestable o lleno de buenas y optimistas noticias. Creo que ambas cosas son incorrectas. El futuro de Siria será una mezcla de ambas y debemos ser conscientes de que actualmente todo está en marcha”, evaluó Bader Al-Saif.
Este punto de vista es también una petición formulada por el líder de HTS, Ahmed Al-Sharaa, en los primeros contactos con representantes diplomáticos de otros países. Según el nuevo dirigente de Siria, el nuevo proceso de paz del país debe ser decidido primero por su propio pueblo.
 Ahmed Al-Sharaa, líder del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS). (Foto: PSB) |
“Lo más importante es que las grandes potencias deben ponerse de acuerdo sobre principios comunes respecto de Siria. En primer lugar, está la independencia de Siria en la toma de decisiones y nuestra unidad territorial y estabilidad en materia de seguridad. Lo siguiente es ayudar a Siria a solventar los problemas socioeconómicos que sufre su pueblo”, dijo Ahmed Al-Sharaa.
La cuestión humanitaria
Para la comunidad internacional, la nueva situación política en Siria abre un futuro nuevo e impredecible para ese país, pero al mismo tiempo crea una oportunidad para resolver una de las mayores crisis a las que el mundo ha tenido que enfrentarse en la última década que es la cuestión de los refugiados sirios. Según las previsiones de las Naciones Unidas, con el establecimiento de un nuevo gobierno de Damasco, se espera que al menos un millón de refugiados sirios regresen al país en los próximos seis meses, mientras millones más puedan repatriarse en la siguiente fase, cuando la situación política y económica mejore.
 Refugiados sirios repatriados en el paso fronterizo de Cilvegozu, Reyhanli, provincia de Hatay, Turquía, el 12 de diciembre de 2024. (Foto: XInhua/VNA) |
Sin embargo, el retorno de millones de sirios también planteará enormes desafíos humanitarios porque, después de más de una década de guerra civil y conflicto, la economía nacional se encuentra en un estado de agotamiento, en medio de infraestructuras casi completamente destruidas en muchas grandes ciudades como Alepo, Hama y Homs. En este sentido, aceptar inmediatamente a millones de repatriados podría crear una carga socioeconómica abrumadora para el nuevo gobierno de Siria y amenazar el frágil proceso de paz en ese país.
Al respecto, la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Amy Pope, dijo lo siguiente: “Lo que estamos viendo sobre el terreno es el regreso de un número demasiado grande de refugiados, en un contexto demasiado frágil. Esto podrá sobrecargar a Siria y crear impactos más graves en un proceso de paz aún muy débil aquí".
Para abordar los desafíos humanitarios inmediatos que enfrenta Siria, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria emitió la semana pasada un llamamiento urgente, pidiendo a la comunidad internacional que levante las sanciones contra Damasco para facilitar la prestación de ayuda humanitaria a millones de personas en dificultades. Según el presidente de dicha Comisión, Paulo Sérgio Pinheiro, las sanciones actuales están provocando graves consecuencias, especialmente para los pobres y los grupos más vulnerables de Siria. El levantamiento parcial de las sanciones creará condiciones favorables para la reconstrucción del país y mejorará la vida de las personas, enfatizó.
En ese momento, el gobierno interino sirio también describió la prioridad inmediata de estabilizar la vida de las personas. El 19 de diciembre, el ministro interino de Comercio Interior sirio, Maher Khalil al-Hassan, afirmó que el gobierno pro témpore está considerando una serie de reformas, incluido el aumento de los salarios hasta en un 400 % y la eliminación de los subsidios gubernamentales para algunos bienes estratégicos para liberalizar la economía y limitar la especulación, ayudando así al pueblo a estabilizar temporalmente sus vidas antes de que se desplieguen con más fuerza las actividades internacionales de ayuda humanitaria.