(VOVWORLD) - En estos días, la atención internacional sigue centrada en Estados Unidos, no solo por la carrera electoral a la Casa Blanca, sino también por las acciones que está poniendo en marcha la administración del presidente Donald Trump en Oriente Medio, como la mediación de un acuerdo de paz entre Israel y los países árabes, y el restablecimiento de las sanciones contra Irán relacionadas con la cuestión nuclear. En concreto, los esfuerzos de Estados Unidos para reanudar las sanciones contra Teherán están demostrando ser inadecuados cuando se encuentran con la feroz oposición de la comunidad internacional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenaza con imponer sanciones a las naciones que no aplican medidas punitivas contra Irán. (Foto: AFP) |
El 19 de septiembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció que las sanciones de Naciones Unidas contra Irán habían entrado de nuevo en vigor y que Washington “impondría consecuencias” si los países miembros de la ONU no hacen cumplir las penalizaciones.
En un comunicado oficial, Pompeo aseveró: “Si los Estados miembros de la ONU no cumplen con su obligación de implementar estas sanciones, Estados Unidos está dispuesto a utilizar sus autoridades nacionales para imponer consecuencias a la violación de dichos fallos y garantizar que Irán no coseche los beneficios de la actividad nuclear, prohibida por las Naciones Unidas”. Sin embargo, este esfuerzo unilateral de Washington se ha encontrado con fuertes protestas de muchos países, incluidos sus aliados.
Oposición internacional
Después de que el jefe de la diplomacia norteamericana anunciara la reimposición de las sanciones de la ONU contra Irán, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió el 20 de septiembre una declaración oficial expresando su rechazo a la decisión de Washington. La cartera afirmaba que Estados Unidos continúa concibiendo erróneamente la comunidad internacional cuando especula sobre el fin o no aplicación de algunos procedimientos burocráticos en el Consejo de Seguridad de la ONU para restaurar la efectividad de las resoluciones punitivas del Consejo de Seguridad contra Irán, las cuales fueron canceladas en 2015 tras la firma del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), acuerdo destinado a resolver los asuntos relacionados con el programa nuclear de Irán.
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, recordó que Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán en 2018 y, por lo tanto, “no puede iniciar el proceso de restauración de las sanciones de la ONU” bajo el amparo de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los compromisos de eliminar las sanciones contenidos en el Plan de Acción Integral Conjunto aún se aplican y la Unión Europea continuará asegurando el mantenimiento y la implementación del acuerdo por Irán y otros países participantes, acotó el alto representante de la UE. Además, Josep Borrell indicó que el PAIC es un pilar clave de la estructura global de la no proliferación nuclear, e instó a las distintas partes a continuar haciendo cumplir el documento y abstenerse de llevar a cabo acciones que pudieran agravar la situación.
Entretanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que el organismo internacional no va a adoptar medidas contra Irán en la línea que solicita Estados Unidos, debido a que no existe consenso en el Consejo de Seguridad respecto al asunto.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, rechaza la declaración unilateral de Estados Unidos sobre el restablecimiento de las sanciones contra Irán (Foto: AFP/VNA) |
Intentos fallidos y consecuencias peligrosas
Según muchos analistas, con la feroz respuesta de la comunidad internacional, incluidos los aliados de Estados Unidos y la Unión Europea, el gobierno estadounidense encuentra obstáculos y dificultades en su intento de volver a imponer sanciones contra Irán. Puesto que esta decisión significaría el término del acuerdo nuclear de Irán firmado en 2015, considerado como resultado de los esfuerzos internacionales persistentes durante muchos años, Rusia y China, y la mayor parte de Europa se opondrán a esta iniciativa.
Sin embargo, con el anuncio de la Casa Blanca de castigar a aquellos países que no reestablezcan las sanciones contra Irán, los aliados de esta potencia norteamericana se encuentran con el dilema de ir en contra de Estados Unidos o en contra del acuerdo internacional del PAIC.
En esta situación, la mejor solución señalada por los analistas y expertos en la materia es que las partes mantengan de manera regular las negociaciones con Irán hasta que tengan lugar las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, con la esperanza de que la estrategia de Washington sobre el problema nuclear iraní cambie a favor del PAIC en el supuesto de que el candidato demócrata Joe Biden sea el ganador de los comicios.
Sin embargo, en supuesto contrario en el que actual presidente norteamericano, Donald Trump gane un segundo mandato, el problema podría complicarse mucho más ya que los aliados europeos de Estados Unidos se verían obligados a elegir entre la aceptación de la voluntad de Washington o la ruptura de las relaciones con ese país para mantener el acuerdo nuclear al que han contribuido con gran ahínco. En tal situación, no existiría ninguna garantía de que el Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear de Irán se mantuviera y se estima que sus consecuencias puedan ser muy graves.