(VOVworld) – Mientras Europa no ha encontrado soluciones eficientes para resolver de raíz la crisis migratoria, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados reportó al menos 700 migrantes muertos y numerosos desaparecidos en el Mediterráneo en los últimos días. Esta tragedia es otro campaneo que advierte la falta de medidas para remediar la actual crisis.
Los migrantes hacia Europa provienen principalmente de los países africanos a quienes no se les provee de chaleco salvavidas y todos son metidos en embarcaciones sin motor tiradas por buques mercantes de gran tamaño. Sin embargo, se arriesgan sus vidas para llegar al viejo continente.
Aumento drástico de cifras mortales
Los son metidos en embarcaciones sin motor tiradas por buques mercantes de gran tamaño (Foto: T.L)
|
El bloqueo del camino a Grecia según lo establecido en el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía hace que los refugiados viajen de Libia a Italia en un trayecto más largo y peligroso. Con las clemencias del tiempo las embarcaciones partieron casi simultáneamente, ejerciendo mayor presión sobre las fuerzas de búsqueda y rescate en caso de accidentes. Según estadísticas, los naufragios registrados desde principios del año hasta la fecha han cobrado más de 2 mil 500 vidas, mujeres y niños en su mayoría. La situación se agrava cuando el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió un incremento de la cifra, pues en verano se han detectado más casos de migración por el mar Mediterráneo, especialmente en las aguas entre Libia e Italia. En su última nota emitida el 29 de mayo, dicha institución informó su plan de coordinación con el gobierno italiano y los socios internacionales para aumentar las actividades humanitarias concentradas principalmente en la propaganda y el suministro de equipos de seguridad necesarios.
Sombras entre bastidores
La ausencia de las soluciones de la crisis migratoria en el bloque europeo ha traído a las organizaciones terroristas y delictivas una oportunidad de oro para sacar provechos. La oleada creciente de migrantes favorece el desarrollo de los servicios de desplazamiento humano hacia Europa. En 2015, el 90% de los refugiados hacia el viejo continente acudieron a dicho método y cada uno tuvo que pagar de 3 mil 200 a 6 mil 55 dólares. Los datos preliminares revelaron que en el año pasado los grupos criminales ganaron con esta actividad hasta 5 mil millones de dólares en el contexto en que la Oficina Europea de Policía (Europol) prevé un alza del número de los migrantes en 2016. En Libia, unas 800 mil personas buscan oportunidades de desplazamiento a Europa desafiando los peligros que les acechan.
Dificultades en búsqueda de soluciones
Con las clemencias del tiempo las embarcaciones con migrantes a bordo parten casi simultáneamente, ejerciendo mayor presión sobre las fuerzas de búsqueda y rescate en caso de accidentes
|
El mencionado fenómeno continúa evidenciando la falta de medidas para resolver de raíz la crisis migratoria. Los países integrantes del bloque de los 28 no han encontrado formas eficientes de coordinación al respecto por lo que solucionan el problema con remedios temporales con el despliegue de fuerzas especiales en Siria y Libia.
En tal contexto, existe preocupación por el fracaso del tratado entre la Unión Europea y Turquía alcanzado a finales de marzo último porque en los últimos días, ambas partes han emitido declaraciones contundentes en cuanto a la exención de visado para los turcos en el espacio de Schengen, lo que podría dejar al viejo continente solo en el combate de las olas de migrantes. Sin embargo, Europa insiste en pedir a Ankara modificar la ley antiterrorista, uno de los 5 requisitos importantes comprometidos por ambas partes antes de que los ciudadanos de Turquía se beneficien del libre tránsito en el bloque regional. De esta manera, la Unión considera a Grecia como alternativa para recibir a los refugiados, trasladando fondos de Ankara a Atenas para esta labor. Sin embargo, resulta difícil para el país heleno, pues está sumergido de momento en deudas soberanas cada vez más altas y en el estancamiento económico.
Entre tanto, analistas evaluaron que a corto plazo hay que estabilizar la situación en el Oriente Medio y África del Norte, especialmente en las naciones que sufren guerras civiles y las consecuencias graves de la Primavera Árabe como Irak, Siria, Yemen y Egipto. Es hora de que Europa y el resto del mundo tomen acciones a nivel global para ayudar a dichos estados a superar las crisis y estabilizar la situación socioeconómica.
Pese a los esfuerzos incesantes, hasta la fecha, el viejo continente no ha logrado encontrar un remedio eficiente para confrontar la oleada de refugiados. Las medidas adoptas son todavía circunstanciales. En este sentido, a corto plazo, Europa sigue enfrentando presiones nada pequeñas emanadas de la crisis migratoria.