(VOVWORLD) - Los esfuerzos estancados por establecer un alto el fuego a largo plazo en la Franja de Gaza, la frágil situación en el Líbano, la nueva y complicada situación en Siria, y la confrontación cada vez más abierta entre Israel e Irán han agravado el entorno de seguridad en Medio Oriente, creando más desafíos durante el próximo año.
Las últimas negociaciones entre Israel y el movimiento Hamás en la Franja de Gaza continuaron desmoronándose esta semana, cuando las partes no lograron llegar a las concesiones necesarias. Esta realidad muestra que 14 meses después de que estalló el conflicto y se extendió a la región, los mayores desafíos para la paz y la estabilidad en Medio Oriente aún no se han resuelto.
Una base aérea cerca de Damasco, Siria, bombardeada por Israel. (Foto: CNN) |
Solución política para Gaza
Según los observadores, en medio de los enfrentamientos en la Franja de Gaza que ya duran más de 14 meses y con consecuencias devastadoras en cuanto a vidas humanas, con más de 45 000 personas fallecidas, e instalaciones casi completamente destruidas, las prioridades militares y políticas están cambiando gradualmente y acercándose a un punto de inflexión.
En términos militares, el ejército israelí destruyó la mayor parte del poder de Hamás y también estableció una nueva situación sobre el terreno al separar el norte de Gaza de esta franja de tierra. Además, el debilitamiento de aliados importantes de Hamás, como la fuerza de Hezbolá en el Líbano, los grupos rebeldes en Siria, Iraq y, en cierta medida, Irán, dejaron a Hamás con muy pocas opciones para prolongar el conflicto con Tel Aviv.
Sin embargo, para Israel las victorias militares también tienen un alto precio diplomático y político, ya que las devastadoras consecuencias y la prolongada crisis humanitaria en Gaza hacen que esa nación sea cada vez más criticada, incluso aislada, en el ámbito internacional.
En este sentido, según el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ahora es el momento para que dicho país priorice las cuestiones políticas, evitando empujar a millones de palestinos en Gaza al extremismo.
“En mi opinión, la mejor manera de hacerlo es tener una solución política. Eso debe comenzar con un entendimiento básico que debe garantizar a los civiles en Gaza que no se los colocará en situaciones peores, que podrían radicalizarlos aún más”, dijo Jake Sullivan.
La solución política fue también el tema enfatizado por muchos países y organizaciones internacionales en la sesión especial sobre Israel y Palestina, celebrada en la sede de la ONU en Nueva York (Estados Unidos), el pasado 19 de diciembre.
Al respecto, Khaled Khiari, vicesecretario general de las Naciones Unidas para Oriente Medio, Asia y el Pacífico, propuso: “Necesitamos construir un marco político y de seguridad que pueda abordar el actual desastre humanitario, llevar a cabo cuanto antes la recuperación y reconstrucción de la Franja de Gaza, crear las bases para un proceso político para poner fin a la ocupación, y establecer una solución sostenible de dos Estados lo antes posible".
Escombros en la zona del hospital Al Shifa en la Franja de Gaza tras un ataque israelí, el 1 de abril de 2024. (Foto: AFP/VNA) |
Cálculos israelíes e incógnitas sirias
Además de la urgente necesidad de un alto el fuego en Gaza para brindar ayuda humanitaria a millones de personas amenazadas por el hambre y las enfermedades, la rápida construcción de una solución política a largo plazo para Gaza se considera la base para estabilizar otros puntos conflictivos de la región. Actualmente, los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá en el Líbano se encuentran en un estado en el que podrían volver a estallar en cualquier momento, cuando las dos partes se acusan continuamente de violar el alto el fuego de 60 días, establecido el 26 de noviembre.
Según Bader Al-Saif, experto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África del Chatham House Research Institute (Reino Unido), el entorno de seguridad en el Líbano es extremadamente frágil debido a los continuos combates entre Israel y Hezbolá en el sur de ese territorio, mientras no hay señales de que Tel Aviv vaya a retirar pronto sus tropas de la zona.
Esto significa que el escenario de un conflicto mayor entre Israel y Hezbolá, y su mayor aliado, Irán, no ha disminuido.
Además, la inesperada agitación política en Siria, con el colapso el 8 de diciembre del gobierno de Bashar Al-Assad, está facilitando a Israel tomar medidas más audaces, incluido el envío de tropas para ocupar ubicaciones adicionales en los Altos del Golán, un área estratégica adyacente al sur del Líbano y el norte israelí.
De acuerdo con Bader Al-Saif, estas medidas pueden ayudar a Tel Aviv a obtener algunas ventajas inmediatas en el establecimiento de un nuevo orden regional, pero a largo plazo pueden crear otros factores desencadenantes de inestabilidad en Medio Oriente.
“A largo plazo tendrán que encontrar un camino de paz. Creo que Israel quiere adoptar algunas medidas para obligar a otros países, como los del Golfo, a seguir su ejemplo. Pero esto no sucedió. Estos países están en diálogo con Irán para encontrar formas de contrarrestar a Israel. Por lo tanto, Tel Aviv debe ser consciente de esto, es decir, no vive solo en la región”, enfatizó.
Cuál será el futuro de Siria después de la agitación política es también otra incógnita para la paz y la estabilidad en Medio Oriente. El experto de Chatham House, Haid Haid, comentó que si las fuerzas en el poder en Siria, junto con las potencias dentro y fuera de la región, pueden construir una hoja de ruta clara para la paz en ese territorio, incluido un traspaso de poder sin problemas y elecciones libres, esto podría crear un efecto positivo para la región como en 2011, cuando los pueblos de algunos países se sintieron motivados a luchar por lograr un progreso social más amplio.