(VOVworld) - Fuerzas militares estadounidenses lanzaron el pasado viernes 59 misiles Tomahawk contra la base militar siria de Shayrat, lo que sorprendió a observadores políticos, analistas militares y la comunidad internacional porque tan solo unos días antes Washington anunció la disposición de cooperar con el gobierno del presidente Bashar al-Assad en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico. De hecho, esa arremetida provoca una profunda división en la búsqueda de una solución para la crisis siria, en tanto lleva la lucha antiyihadista a una nueva etapa con mayores desafíos.
El presidente Vladimir Putin (d) y su par de Irán, Hassan Rouhani critican la acción militar de Estados Unidos contra la base aérea siria (Foto: EPA/VNA)
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En medio de reclamos y puntos de vista contradictorios acerca de la sorprendente acción de Estados Unidos de golpear la base aérea en Siria desde donde considera fue lanzado un supuesto ataque químico mortal, al parecer la búsqueda de una salida para la prolongada guerra civil en ese país del Oriente Medio tiende a estancarse.
Reacciones divididas
Mientras Rusia e Irán condenaron enérgicamente la incursión estadounidense, considerándola como una agresión contra un Estado soberano y una violación del derecho internacional, otras naciones respaldaron la acción unilateral de la administración del presidente Donald Trump.
Arabia Saudita expresó su total apoyo a esta operación militar de su aliado norteamericano, calificando de “valiente y prudente” la decisión. En un comunicado, la cancillería del país árabe destacó que esta es una reacción “adecuada y necesaria al uso de armas químicas contra civiles por parte de Damasco”.
Compartiendo ese punto de visita, el Reino Unido también respaldó la ofensiva aérea norteamericana sobre una base militar siria, mientras Turquía describió el ataque de “paso positivo”. Ankara aseguró que apoyará totalmente esta postura activa de Estados Unidos.
Por su parte, Alemania y Francia emitieron después de una reunión urgente una declaración conjunta al respecto en la cual exhortaron a buscar una solución política al conflicto en Siria sobre la base de las resoluciones de la ONU. Berlín y París dijeron que el gobierno del presidente al Assad debe ser plenamente responsable del ataque químico en Siria y que la reacción de Estados Unidos es “comprensible”. De otro lado, China instó a las partes interesadas a cumplir con el acuerdo político para detener la escalada militar.
Además de las respuestas contrarias de la comunidad internacional, este ataque creó divisiones internas en la política estadounidense. Mientras algunos senadores aplaudieron la decisión de Trump, otros expresaron dudas sobre la legitimidad de la misma.
Sirios manifiestan contra el bombardeo estadounidense (Foto: VNA)
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¿Cuál es la salida del conflicto?
El bombardeo del 7 de abril supuso el primer ataque directo ordenado desde Washington contra el gobierno de Damasco desde el inicio de la guerra civil en ese país, así como fue el primer acto político de la Casa Blanca después de la investidura del presidente Donald Trump. Según analistas, con un pretexto concebido por un ataque químico, esta decisión tiene un significado diferente y argumentan que quizás Donald Trump desea recuperar la influencia de su nación en el Oriente Medio.
Después del referido ataque, todo el mundo está a la espera de ver qué va a ocurrir ahora. ¿Podrán las partes en pugna contenerse para evitar la escalada de la guerra o no? Pero, lo que sí es cierto es que la acción militar de Washington dañará seriamente las relaciones ruso-estadounidenses.
Desde hace un tiempo se espera que la crisis política en Siria pueda resolverse con señales positivas en el enfoque de la comunidad internacional, en las cuales destaca el papel activo de la Unión Europea con su plan de reconstrucción.
En conclusión, los actuales desacuerdos entre las partes interesadas son una barrera enorme a los esfuerzos internacionales para encontrar una salida al conflicto armado que estalló hace seis años en ese país de Oriente Medio.