Reino Unido y la UE establecen una nueva relación tras el Brexit

(VOVWORLD) - Los líderes del Reino Unido y la Unión Europea (UE) firmaron una serie de acuerdos en materia de defensa, seguridad, energía y comercio de alimentos, marcando un giro significativo hacia una cooperación más estrecha tras años de tensiones provocadas por el Brexit, conocido como la salida de Londres del bloque comunitario. Esta medida se produce en un momento crítico para Europa, en medio de crecientes desafíos geopolíticos.

Los acuerdos fueron suscritos este lunes en el marco de la Cumbre Reino Unido-UE celebrada en Londres, la primera reunión de alto nivel entre ambas partes en territorio británico desde el referéndum de 2016 que dio origen al Brexit.

Una nueva página en las relaciones bilaterales

Según lo anunciado oficialmente, Londres y Bruselas firmaron tres acuerdos centrados en defensa y seguridad, comercio alimentario y energía. El primer ministro británico, Keir Starmer, destacó que estos convenios traerán importantes beneficios económicos para el país. Se espera que contribuyan a revertir la caída de un 21% en las exportaciones británicas hacia la UE registrada en los años posteriores al Brexit, generando ingresos estimados en 12 mil millones de dólares.

Durante su intervención ante el Parlamento la víspera, Starmer subrayó que los acuerdos se guiaron por tres principios fundamentales: reducir el costo de vida para los hogares británicos, aumentar los empleos y fortalecer la seguridad fronteriza. Afirmó que los pactos alcanzados cumplen con estos tres objetivos.

Asimismo, el jefe del Gobierno señaló que, junto con los recientes acuerdos comerciales firmados con la India y Estados Unidos, estos avances posicionan nuevamente al Reino Unido como un actor clave en el escenario internacional.

Uno de los puntos más controvertidos fue el acuerdo de pesca, que tendrá una vigencia de 12 años y en virtud del cual el Reino Unido permitirá que embarcaciones europeas continúen operando en sus aguas territoriales, a cambio de una reducción en los trámites administrativos para agricultores y pescadores británicos que exportan a la UE.

Aunque algunos partidos de oposición británicos han expresado su preocupación por el posible impacto en la vida de los pescadores nacionales, analistas consideran que esta concesión refleja un cambio pragmático en la postura del Gobierno tras los retos vividos en el período post-Brexit.

David Henig, experto en política comercial del Centro Europeo de Economía Política Internacional (ECIPE), opinó: “Estos acuerdos tienen un gran significado en el actual contexto, ya que demuestran que el Reino Unido está dejando atrás la idea de establecer reglas propias y está aceptando que la UE, su socio comercial más cercano, con quien realiza el 50% de su comercio, es el marco con el que debe alinearse.”

Cooperación estratégica ante desafíos comunes

Desde la perspectiva europea, estos acuerdos también representan una victoria estratégica. La disposición del Reino Unido a aceptar ciertas normativas refuerza la posición dominante del bloque continental en esta nueva fase de la relación bilateral. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: “Estamos abriendo un nuevo capítulo en nuestras relaciones bilaterales. Esta es la historia de dos socios históricos y naturales que se mantienen unidos en el escenario internacional, enfrentando desafíos comunes, persiguiendo objetivos compartidos y defendiendo valores comunes. Por eso, hemos buscado soluciones que beneficien a la ciudadanía de ambos lados”.

Pese a los avances, ambas partes han trazado límites claros. En consecuencia, el Reino Unido no volverá al mercado único ni a la unión aduanera, no aceptará la libre circulación de personas, y mantendrá regulaciones estrictas en servicios clave como el sector financiero.

A su vez, la UE se muestra cautelosa ante la posibilidad de otorgar privilegios a Londres sin compromisos financieros proporcionales. Aun así, los nuevos acuerdos permitirán al Reino Unido acceder al mercado único europeo con ventajas que no poseen otros países fuera de la UE, ni miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).

Además de los beneficios económicos, un aspecto particularmente destacado de los documentos suscritos es el ámbito de la defensa y la seguridad. Londres y Bruselas pactaron un tratado que permitirá al Reino Unido acceder al fondo europeo de defensa, valorado en 141 mil millones de dólares, a cambio de contribuciones financieras equivalentes. A largo plazo, el Reino Unido también podría participar activamente en la iniciativa de “Rearme Europeo” con valor hasta 800 mil millones de euros, presentada por Ursula von der Leyen en marzo pasado.

Este acercamiento estratégico tiene lugar en un entorno geopolítico incierto, marcado por el conflicto en Ucrania y los cambios en la política exterior de Estados Unidos. Olivia O’Sullivan, directora de estudios sobre Reino Unido en Chatham House, estimó: “Se trata de un cambio significativo en la política de seguridad de Estados Unidos, que exige una respuesta conjunta de los países europeos. No solo se trata de aumentar el gasto en defensa, sino también de planificar en conjunto y compartir capacidades necesarias para proteger a Europa”.

En paralelo al pacto de seguridad con la UE, el Reino Unido ha tratado de intensificar sus acuerdos bilaterales en materia de defensa con países europeos clave, como el desarrollo conjunto de misiles de largo alcance con Alemania o la creación, junto a Francia, de una “coalición voluntaria” para mantener la paz en Ucrania si se alcanza un alto el fuego duradero.

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