El líder supremo de las fuerzas de Hezbolá, Hassan Nasrallah. (Foto: AFP/VNA)

Ese mismo día, varios grupos armados de la región emitieron declaraciones expresando su solidaridad y apoyo a Hezbolá en su lucha contra Israel. En Irán, Yemen y Siria, estallaron protestas masivas con miles de participantes para expresar su indignación por el asesinato de Hassan Nasrallah.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, condenó a Israel por el asesinato de Nasrallah y afirmó que Irán y los grupos aliados continuarán unidos en apoyo a Hezbolá. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán y varios altos funcionarios expresaron sus condolencias, elogiando a Nasrallah como un “símbolo de la lucha contra la opresión”. Irán declaró duelo nacional de cinco días en memoria de Hassan Nasrallah.

El primer ministro de Irak, Mohammed Shia Al-Sudani, describió al líder de Hezbolá como un mártir en el camino para pedir la justicia, y condenó el ataque aéreo de Israel en el sur de Beirut, capital del Líbano, como un crimen que supera todos los límites. El líder iraquí declaró tres días de luto nacional.

Ese mismo día, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó a Israel por llevar a cabo un “genocidio” en el Líbano, afirmando que su país estará al lado del pueblo y el gobierno libaneses, y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que detenga los ataques de Israel, así como instó al mundo islámico a adoptar una postura más firme.

Las fuerzas de Hamás y los hutíes expresaron sus condolencias por la muerte del líder de Hezbolá, al tiempo que condenó la agresión de Israel y afirmó que los ataques aéreos israelíes contra las áreas residenciales en el Líbano son actos terroristas y de genocidio, asegurando que el espíritu de los guerreros yihadistas se tornará cada vez más fuerte.

Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia informó que el país ha contactado con el gobierno libanés y sus socios en la región para poder evitar cualquier escalada de conflictos.