(VOVworld) – Hace más de un mes desde que la Corte Permanente de Arbitraje de la ONU (CPA) emitió el fallo del pleito jurídico de Filipinas contra China en cuanto a la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, su cumplimiento sigue atrayendo la atención de la comunidad internacional. Aunque queda camino por andar, la opinión pública considera la CPA como una herramienta judicial para solucionar las reivindicaciones territoriales en dicha zona marítima. Más con…………………..
Cabe destacar que la demanda de Filipinas contra China, iniciada en 2013 satisface las regulaciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (Convemar). En este sentido, el valor jurídico de la CPA fue reconocido internacionalmente por lo que lleva caracteres vinculantes para los involucrados en el litigio, aunque actúen unilateralmente o rechacen su participación en el caso.
Esfuerzos en búsqueda de la paz
El canciller de Filipinas, Albert de Rosario en la sesión inaugural de la Corte Permanente de Arbitraje en la Haya (Foto: PCA)
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La demanda de Manila contra Beijing no busca agravar la situación, sino solucionar los diferendos limítrofes mediante la negociación con un espíritu pacifista, sin el uso de la fuerza o amenazas de hacerlo. Subraya también el valor y significado de la legislación internacional, por lo que el resultado del pleito evidencia los esfuerzos de los países de la región o del resto del mundo. Una vez concretado un sistema normativo para todos, las partes involucradas asumen la responsabilidad de sus propios comportamientos en los asuntos relativos a la demarcación fronteriza en las aguas.
Por primera vez, una institución legal internacional declaró el veredicto sobre las reclamaciones territoriales en el Mar Oriental, brindando la comprensión común sobre los artículos carentes de especificidad de la Convemar en cuanto a la configuración del archipiélago de Truong Sa (Spratly). En este sentido, constituyen un precedente judicial para enjuiciar los casos similares en el futuro.
Factibilidad de la CPA
Según unos analistas, la Corte Permanente de Arbitraje tiene base para ser puesta en práctica. Primero, opera conforme a la de la Convemar mientras la declaración del tribunal tiene carácter profesional y vinculante. Aunque no arbitra los diferendos limítrofes, confirma o no la legalidad de las acciones, y en algunos casos reconoce el derecho territorial de diferentes países con salida al mar. Segundo, siendo miembros de la Convemar, tanto China como Filipinas y los demás países implicados tienen que respetar los dictámenes de la CPA. Una nación particular no puede lograr éxito en el mantenimiento de la paz y estabilidad regional al refutar sus propias cláusulas ratificadas. Por otro lado, como potencia de la región durante años, China ha mantenido la divulgación de su doctrina de desarrollo pacífico y por eso no es lógico que vaya en contra de la política adoptada por sus líderes durante varias generaciones.
Hace más de un mes desde que la CPA emitió el veredicto final sobre el pleito jurídico de Filipinas. Pese a que China rechazó en repetidas ocasiones el fallo, calificándolo de “ilegal y no vinculante”, la comunidad internacional no observó escalada de tensiones como hace dos años. Beijing había colocado una plataforma petrolera cerca del archipiélago vietnamita de Hoang Sa (Paracel). Las impugnaciones con efectos negativos hicieron que desde entonces, maneje con más discreción sus actividades diplomáticas en la región. Hasta la fecha, no se ha registrado ningún caso similar en las zonas económicas exclusivas de los países implicados.
CPA abre oportunidades de negociación
Đá Chữ Thập (arrecife de Fiery Cross) de Vietnam ocupado ilegalmente por Chinaen el archipiélago de Truong Sa (Spratly) (Foto: CSIS)
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En todo caso, la negociación es clave para resolver las tensiones. Conscientes de esta labor, Filipinas y China han mostrado recientemente su disponibilidad de diálogo después del veredicto de la CPA. En su investidura, el presidente filipino, Rodrigo Duterte expresó su deseo de aliviar las contiendas con Beijing en el Mar Oriental. En el último encuentro entre el exmandatario Fidel Ramos y la exvicecanciller china, Fu Ying, ambas partes evitaron debates relativos a la soberanía sobre numerosas áreas en disputa en el Mar del Este, tales como los arrecifes Scarborough y Mischief por Filipinas y el último litigio entre las dos naciones. Las conversaciones extraoficiales destacaron la necesidad del diálogo para construir la confianza y aliviar las tensiones con el fin de allanar el camino para la cooperación bilateral.
De acuerdo con analistas, es demasiado pronto para afirmar que la situación regional se estabilizará completamente luego del fallo arbitral. Sin embargo, es seguro que el laudo ha creado una oportunidad para que las partes involucradas se reúnan para aminorar sus diferencias. La CPA ayuda a las naciones relacionadas a ajustar su conducta y no tomar acciones unilaterales que desafían el derecho internacional.