(VOVWORLD) -En el último mes, algunos donantes vietnamitas habilitaron varios “cajeros automáticos” dispensadores de arroz para las personas en condiciones más vulnerables, quienes se vieron afectadas por las medidas de distanciamiento social y aislamiento obligatorio, a causa de la pandemia del Covid-19. Actualmente, este mecanismo no solo permite a los necesitados tener un alimento indispensable para los vietnamitas a fin de garantizar la salud, sino que también estimula a otras personas a sumarse a esta actividad humanitaria.
 Personas en concidiciones dificiles reciben arroz de un sistema dispensador en la ciudad de Nga Bay, de la provincia meridional de Hau Giang. (VOV) |
Desde la antigüedad, los vietnamitas tienen la tradición de ayudarse mutuamente en los momentos más difíciles, ya sean causados por los desastres naturales o las guerras. Los benefactores no dudaron en recolectar paquetes de fideos y arroz, así como botellas de agua, para entregarlas a los desfavorecidos. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 no les permite hacerlo debido a su propagación peligrosa. Ante tal situación, surgió una iniciativa sobre la instalación de máquinas dispensadoras para distribuir gratuitamente alimentos esenciales a los necesitados. De forma gradual, esos llamados "cajeros de arroz" se instalaron en numerosas provincias y ciudades del país. Las personas que esperan en la fila deben estar separadas dos metros entre sí y usar desinfectante para manos antes de recibir el arroz. En la provincia altiplánica de Lam Dong, un sistema de este tipo fue establecido gracias a la cooperación entre la filial del Frente de la Patria de Vietnam allí, el Comité Ejecutivo de la casa comunal de Linh Quang y la Corporación de Hoa Sen. Cada día, esta máquina ofrece 500 kilogramos de arroz gratis para los residentes locales. El venerable Thich Dinh Toan, abad del templo de Linh Quang, informó que muchos benefactores deseaban participar en el programa, por lo que trajeron arroz aquí para apoyar a los pobres. Agregó: “Este apoyo, aunque pequeño, es muy valioso para las personas desfavorecidas, ayudándoles a aumentar la confianza para superar este momento difícil. El programa es de una gran humanidad, en respuesta al llamamiento del primer ministro Nguyen Xuan Phuc de no dejar a nadie atrás en esta epidemia”.
Sosteniendo en sus manos una bolsa de arroz, Tran Thi Tam, vendedora de lotería, expresó emocionada: “Debido a las medidas de cuarentena, durante todo el mes, no pude vender boletos de lotería para ganar el sustento. Me conmovió mucho cuando el Gobierno prestó atención a ayudar a los pobres frente a los estragos de la epidemia. Esta medida coincide con la buena tradición de nuestro pueblo de brindar apoyo oportuno a los más necesitados”.
En la provincia norteña de Lao Cai, se trasladaron a la comuna de Lien Minh varios “cajeros de arroz” controlados por un teléfono inteligente para brindar de forma gratuita a cientos de hogares pobres, en su mayoría de los étnicos Tay, Mong y Dao, entre 5 y 10 kilogramos de arroz a cada uno. Los beneficiados expresaron con alegría:
“La epidemia nos obligó a dejar de trabajar, por lo que enfrentamos muchas dificultades en la vida. Estamos entusiasmados de que los donantes colocasen estas máquinas dispensadoras de arroz”.
“Etoy muy feliz y me siento afortunado al recibir 10 kilogramos de arroz para mi familia con 5 personas”.
Con sencillos sistemas que ofrecen arroz gratuito, este modelo se ha llevado a cabo efectivamente en distintas localidades del país, contribuyendo así a aliviar las penurias de miles de vietnamitas que sufren la crisis económica provocada por el Covid-19.