(VOVWORLD) - Para los vietnamitas, el Tet no solo simboliza el inicio de un nuevo Año Lunar, sino que también es una ocasión especial para reunirse con sus familias. Por esta razón, para los compatriotas en el extranjero, durante la mayor fiesta nacional, la morriña les invade y muchos optan por volver a su tierra natal. Sin embargo, este año, debido a la interrupción del transporte por el covid-19, la mayoría de los connacionales que viven en ultramar no pueden regresar a Vietnam para celebrar el Tet con sus familiares. Pero el ambiente festivo sigue percibiéndose en sus hogares.
- “Cada Tet, mi madre hierve agua con hojas de cilantro para que toda la familia se lave la cara. Ese aroma todavía permanece en mi mente”.
- “Cuando era niño, siempre me encargaba de cuidar la olla de ‘banh chung’. El calor de la leña quemando en la cocina espantaba el frío del invierno. Estaba tan emocionado que pasaba toda la noche despierto ayudando en la preparación del Tet”.
Estos son recuerdos cariñosos sobre el Tet de compatriotas que viven lejos del país. Este año, entre los más de 4,5 millones de connacionales en el extranjero, no todos tienen la oportunidad de regresar a casa para celebrar dicha fiesta tradicional.
Nguyen Quoc Khanh, un vietnamita que reside en el estado de Hamburgo (Alemania), compartió que celebró el Año Nuevo Lunar de los últimos años en su trabajo, aunque siempre tuvo algunos días libres para limpiar y arreglar la casa. Lleva 29 años en Alemania, pero nunca olvida las tradiciones arraigadas de su país. Siempre prepara una bandeja con cinco tipos de frutas y otras ofrendas como “banh chung”, “nem” (rollitos fritos), embutidos, dulces y billetes funerarios. Cuando llega la Nochevieja en Vietnam, hace una videollamada para charlar y felicitar a sus seres queridos.
Khanh dijo: “Ahora no siento tanto entusiasmo cuando llega el Año Nuevo Lunar como cuando era pequeño, pero siento nostalgia. Pienso que la celebración del Tet es una buena manera de educar a mis hijos sobre las tradiciones vietnamitas. Para este Año del Búfalo, deseo que mi familia tenga buena salud, que mi trabajo vaya bien, que mis hijos tengan buenos resultados académicos y que el covid-19 se controle”.
 Nguyen Quoc Khanh, un vietnamita que reside en el estado de Hamburgo, Alemania. (Foto: Anh Huyen/VOV5) |
Para Vu Hoang Anh, una mujer vietnamita que vive en Canadá desde hace 23 años, el Tet también es una oportunidad para honrar las costumbres. Cada año, cuando llega el momento de cambio del antiguo calendario lunar al nuevo, todos los miembros de su familia se reúnen para hacer un brindis.
Ella expresó: “Es una pena que este año no pueda regresar a Vietnam para celebrar el Tet. Mi mayor deseo es que el covid-19 sea extinguido, que mis familiares tengan buena salud, y la paz y el desarrollo para el mundo. Espero con muchas ganas retornar a Vietnam”.
Los estudiantes vietnamitas en ultramar también celebran este Año del Búfalo a su propia manera para aliviar la nostalgia, como el caso de Tran Thanh Tung, que reside en Alemania desde hace dos años. Este año, se reunió con sus amigos para cocinar los platos típicos del Tet.
El joven compartió: “Hay muchas razones por las que los estudiantes en el extranjero como yo no podemos regresar a nuestra tierra natal en ocasión de la fiesta tradicional del Tet, pero la principal causa de este año se debe a la pandemia del covid-19. Aquí no se celebra el Año Nuevo Lunar. Por eso, en esta ocasión debemos estudiar y trabajar como en los días normales. Echamos de menos disfrutar del Tet en Vietnam. Todos tenemos el deseo de regresar para encontrarnos con nuestros familiares y amigos en el último día del año lunar. Es una buena tradición de los vietnamitas”.
 Ngoc Bich, estudiante vietnamita en los Países Bajos. (Foto: Anh Huyen/VOV5) |
Mientras, Ngoc Bich, una estudiante vietnamita en los Países Bajos, dijo que la Nochevieja le hizo sentir más nostálgica y triste porque este año es el primero que no pudo celebrar este momento tan especial junto con sus seres queridos. No obstante, está decidida a superar las dificultades y esforzarse en el estudio.
Para los vietnamitas en el extranjero, el Tet es una oportunidad para volver a su tierra natal con los mejores deseos. Los valores tradicionales del Tet nunca se pierden, sino al contrario, son cada vez más apreciados, conservados y difundidos.