(VOVWORLD) - Durante la expansión hacia el Sur, hace aproximadamente 300 años, comunidades vietnamitas se asentaron en Long Dien, de Ba Ria-Vung Tau, hoy perteneciente a Ciudad Ho Chi Minh. Con ellas florecieron la agricultura y diversos oficios tradicionales, entre los cuales destaca la fundición de bronce, un arte ancestral que aún perdura en plena era tecnológica.
Al llegar a los talleres de fundición de bronce los visitantes tienen la oportunidad de observar la meticulosa labor de los artesanos y dejarse envolver por el ritmo vibrante de los cinceles que re suenan por todo el poblado.
 Aldea artesanal de Long Dien, donde perdura el oficio tradicional de fundición de bronce. (Foto: brt.vn) |
Desde el siglo XVII los productos de bronce fundido de la aldea artesanal de Long Dien se hicieron conocidos en toda la región del suroeste de Vietnam, destacando piezas como campanas y pebeteros. A lo largo de generaciones este oficio ha sido preservado por quienes sienten un profundo apego a su tradición.
“Veía a los aldeanos dedicándose a la fundición de bronce desde que tenía 10 años. Más tarde, aprendí el oficio de mis padres. Siento una conexión profunda con la artesanía porque es una tradición familiar, por lo que he decidido mantenerla viva”, dijo un artesano.
“Mi familia me lo transmitió, y como ya estaba en nuestras manos nunca pensé en dedicarme a otra cosa. Somos ya la cuarta generación en este camino. Nunca lo he dejado ni lo dejaré. Mientras tanto, si los jóvenes lo quieren aprender, estoy dispuesto a enseñarles todo”, compartió otro.
 Etapa de acabado en la elaboración de productos de bronce, una labor que exige destreza y paciencia. (Foto: brt.vn) |
Gracias al ingenio y la destreza de los artesanos, los productos de bronce fundido de Long Dien no solo conservan su esencia tradicional, sino que también incorporan elementos innovadores acordes con los tiempos actuales.
La incorporación de la tecnología y maquinaria moderna ha dinamizado la producción, mejorado la competitividad y generado mayores beneficios económicos para los talleres.
El maestro artesano Tran Van Nha explicó al respecto: “La vida ha cambiado mucho, ahora todo es más moderno. Seguimos fieles al método ancestral de fundición, pero aplicamos tecnología para reducir el uso de leña, sustituyéndola por maquinaria. Lo esencial es adaptar nuestros productos a los gustos actuales del mercado. La tradición sigue firme, no se ha perdido”.
 El artesano Tran Van Nhan, custodio de los saberes centenarios en la aldea de fundición de bronce Long Dien. (Foto: brt.vn) |
El oficio de la fundición de bronce de Long Dien ha logrado consolidarse como una fuente de trabajo estable para miles de personas dentro y fuera de la localidad. Lo más alentador es que las nuevas generaciones también muestran un creciente entusiasmo por continuar el legado de sus antepasados.
Nguyen Thanh Hoai, artesano de un establecimiento local, compartió: “Desde que comencé aquí he recibido una formación muy dedicada. Los ingresos son estables y estoy decidida a seguir este camino a largo plazo”.
Crear una pieza de bronce completa implica numerosas etapas, desde la elaboración del molde hasta la fundición y el vertido del metal. La confección del molde es el paso más exigente, ya que requiere una meticulosa precisión.
Se utilizan dos tipos de moldes: uno interior y otro exterior, ambos elaborados con arcilla finamente tamizada y moldeada con delicados grabados. Según la complejidad de la pieza, los moldes pueden ser simples, o minuciosamente ornamentados.
 Las campanas de bronce, símbolo del arte tradicional que distingue a la aldea de Long Dien. (Foto: brt.vn) |
Al contemplar de cerca un gran cencerro de bronce, reluciente en su dorado brillo, adornado con dragones entrelazados y caligrafía antigua, se dará cuenta de la maestría de los artesanos. El equilibrio en la composición y la viveza del detalle transmiten una profunda expresividad.
Así manifestó Duong Van Thai, un visitante de Hai Phong al decir: “Es emocionante ver cómo esta tradición se mantiene viva con el paso del tiempo. Presenciar todo el proceso, desde aplicar la cera de abejas, secar, moldear y fundir, ha sido realmente fascinante por su precisión y belleza”.
Con su talento y sensibilidad, los artesanos crean no solo objetos litúrgicos como candelabros, campanas o incensarios, sino también artículos cotidianos como bandejas, tazones o platos, dotándolos de una estética singular.
A pesar del vertiginoso avance de la urbanización y la proliferación de productos industriales, los artículos de bronce de Long Dien siguen siendo altamente valorados por su carácter auténtico. No solo son funcionales, sino también testigos de una historia que perdura en el tiempo, conservada con orgullo por generaciones de artesanos.