Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario

(VOVWORLD) - A unos 20 kilómetros del centro de la comuna de Moc Chau, en la provincia norteña de Son La, se encuentra la aldea Ta So 1, un enclave prácticamente intacto habitado por la comunidad étnica Mong. Sus paisajes naturales bien conservados y una cultura tradicional preservada con esmero han favorecido el desarrollo del turismo comunitario, que se consolida como una alternativa sostenible a la agricultura tradicional y contribuye a generar ingresos estables para la población local. 
Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario - ảnh 1La aldea Ta So 1 conserva vivas las tradiciones culturales del pueblo Mong. (Foto: Huyen Trang/VOV5).

Un niño de unos nueve años, ataviado con un traje tradicional hmong de motivos púrpura, toca la flauta bajo un melocotonero en flor. La melodía suave se funde con el rosado de los duraznos y el blanco de los ciruelos, acentuando la serenidad de esta aldea de montaña. Con la llegada de la primavera y la floración de los campos, las familias de Ta So 1 se preparan para recibir a los visitantes en plena temporada alta del turismo comunitario.

La familia de Mua A Nha aprovecha el periodo de menor afluencia turística para acondicionar su casa de hospedaje y dedicar especial atención a su huerto de ciruelos, de casi una hectárea de extensión.

Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario - ảnh 2Antigua casa de madera de cinco estancias que refleja el modo de vida tradicional de las familias de la etnia Mong en el pasado. (Foto: Huyen Trang/VOV5).

En 2019, el cultivo de arroz y maíz constituía la principal fuente de ingresos de la familia. Sin embargo, tras la puesta en marcha del proyecto de desarrollo turístico en la localidad, pocos años después Mua A Nha se convirtió en uno de los pioneros del turismo comunitario en la aldea Ta So 1.

En la actualidad, su familia ofrece alojamientos sencillos para los viajeros, construidos con materiales naturales y con un estilo propio. Tras participar en programas de formación y conocer experiencias exitosas en otras regiones, Mua A Nha supo combinar los conocimientos adquiridos con su creatividad personal. Hoy, su vivienda figura entre los modelos más eficaces de turismo comunitario en Ta So 1, explicó, y añadió: “Dedicarme al turismo es una manera de contribuir a la preservación de la cultura hmong. En nuestra casa utilizamos motivos decorativos y textiles tradicionales, y empleamos la madera para que los visitantes se sientan más cerca de la naturaleza y de nuestra identidad cultural. Desde la llegada del turismo comunitario, nuestra situación económica es más estable que cuando dependíamos únicamente del cultivo de arroz y maíz”.

Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario - ảnh 3 La comunidad Mong une esfuerzos para preservar su identidad cultural y desarrollar el turismo comunitario. (Foto: Huyen Trang/VOV5).

A poca distancia del hospedaje de Mua A Pha se alza una casa tradicional Mong, construida en 1964. Se trata de un espacio familiar sagrado donde se practican rituales ancestrales vinculados al culto a los antepasados y a las deidades.

Según Mua A Pha, cada vez que la familia necesita rezar por la salud, la prosperidad en los negocios o una mayor productividad agrícola, prepara ofrendas de alimentos para invocar la protección y el favor de los espíritus.

En el interior de la vivienda se distribuyen siete espacios destinados a la quema de incienso: el altar principal, el pilar central del techo, el fogón ritual, la puerta principal, dos puertas secundarias y dos fogones de carácter espiritual.

Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario - ảnh 4Decoración de un homestay con motivos y patrones de brocado característicos del pueblo Mong. (Foto: Huyen Trang/VOV5).

Uno de estos fogones se encuentra en la sala principal y cumple también la función de proporcionar calor durante los días fríos, mientras que el otro se sitúa junto al dormitorio del propietario y mantiene siempre un recipiente con agua.

Desde el inicio del desarrollo del turismo comunitario, esta casa tradicional se ha conservado como un espacio de visita, donde los viajeros pueden conocer de cerca la vida cotidiana y las tradiciones del pueblo Mong.

“Muchas casas de la aldea han sido renovadas, pero la mía mantiene casi intacta su estructura original. Cuando llegan los visitantes, les explico cada espacio: la zona de recepción con el fogón ritual, la sala principal con el altar y el pilar central, y los dormitorios de la familia”, señaló Mua A Pha.

Bajo el alero de su vivienda, Hang Thi Chu enciende un pequeño fogón y prepara la cera de abeja para dibujar sobre la tela. La técnica del batik con cera es un arte tradicional de las mujeres Mong, delicado y minucioso. Con una herramienta artesanal, va trazando líneas sobre la tela blanca hasta que los motivos comiencen a definirse.

“Trazar líneas rectas puede llevar todo un día y completar un diseño alrededor de tres días. Es más rápido que bordar, pero después hay que teñir la tela. A los visitantes les encanta esta experiencia, porque nunca la habían vivido antes”, contó Chu.

Aldea Ta So 1 impulsa el desarrollo del turismo comunitario - ảnh 5Hang Thi Chu aplica la técnica de la cera de abeja para decorar los trajes tradicionales. (Foto: Huyen Trang/VOV5).

Hasta hace pocos años, Ta So 1 era una aldea montañosa prácticamente aislada, con escaso contacto con el exterior. Con la llegada del turismo comunitario, además de lograr una mayor estabilidad económica, los habitantes Mong han desarrollado nuevas habilidades y nuevas formas de relacionarse.

Según Mua A Di, jefe de la aldea, los visitantes pueden participar en juegos tradicionales, conocer oficios artesanales, visitar casas antiguas y experimentar la vida cotidiana local.

“Antes solo cultivábamos maíz. Ahora hemos mejorado los caminos, las viviendas y la calidad de vida. También disponemos de más tiempo para cuidar los huertos, recibir a los turistas y conocer a otros compatriotas”, afirmó A Di.

El desarrollo del turismo en Ta So 1 avanza de manera paralela a la preservación de la identidad cultural local. Conscientes del valor de su patrimonio cultural y de su entorno natural, los habitantes de la aldea apuestan por un modelo de turismo comunitario que pone en valor sus tradiciones y su modo de vida.

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