(VOVWORLD) - En los remotos pueblos de la provincia de Lai Chau el teñido de lino con índigo, oficio ancestral de la etnia Mong, sigue impregnando de azul profundo no solo las telas, sino también la memoria colectiva, enlazando pasado y presente en las montañas del noroeste vietnamita.
El lino se tiñe varias veces con índigo para lograr un color vivo y duradero. (Foto: VOV). |
Desde el amanecer, cuando la luz se confunde con la penumbra, las mujeres Mong de la aldea Lao Ty Phung se disponen a teñir con índigo. Pese al ritmo de la vida moderna, esta labor se mantiene intacta como parte esencial del alma comunitaria.
Vang Thi Su heredó de su madre el arte de hilar, tejer y preparar la planta de índigo, consciente de que para obtener un azul perfecto es preciso teñir varias veces y secar al sol. Hoy transmite esas técnicas a su hija, para que las nuevas generaciones conserven las prendas y el arte que dan vida a la tradición.
“Si se trabaja con rapidez, en un año se pueden confeccionar de tres a cuatro conjuntos de ropa. De lo contrario, solo uno o dos. Para elaborar el traje tradicional del pueblo Mong es imprescindible teñir con hojas de índigo; de lo contrario, la prenda perderá su color rápidamente”, explicó Su.
Pese al desarrollo de la sociedad, las comunidades étnicas, y en particular la etnia Mong en Lai Chau, siguen preservando sus oficios tradicionales. (Foto: VOV). |
En Lao Ty Phung, con más de un centenar de hogares Mong, 85 de ellos todavía practican el teñido tradicional. El proceso es íntegramente manual: recolectar el lino en la montaña, pelar la corteza, golpearla para extraer la fibra, hilar, hervir y tejer.
Solo cuando el lienzo está listo comienza la fase del tinte. Las hojas de índigo se dejan en remojo durante una semana, hasta obtener una pasta espesa de azul oscuro en la que se sumerge la tela repetidas veces, alternando con secados al sol para lograr un tono intenso. Después se dibuja con cera de abeja, se bordan los motivos y se corta y cose la prenda.
El jefe de la aldea, Ho A Su, dijo lo siguiente: “Para elaborar una pieza de tela las mujeres Mong deben realizar numerosos pasos. Procuramos animar a la comunidad a que preserve esta herencia, transmitiéndola de madres a hijas y de hijas a nietas. Solo manteniendo viva esta tradición los visitantes podrán admirar plenamente la belleza de nuestra cultura”.
Mujeres Mong bordan sobre telas previamente teñidas con índigo. (Foto: VOV). |
Con el tiempo, los trajes tradicionales Mong se han modernizado a la par que la sociedad, sin perder la esencia de su valor cultural y artesanal. Sin embargo, en Lao Ty Phung y otras comunidades cercanas sus habitantes siguen prefiriendo las telas hechas a mano, no solo por su estética, sino porque constituyen un vínculo vivo con un oficio ancestral y un legado irremplazable.
Así lo afirmó Le Xuan Dung, vicepresidente del Comité Popular de Tan Phong, al decir: “La tradición del teñido con índigo en la comunidad Mong suele realizarse cada año en los meses de julio y agosto. Además de preparar el tinte para uso doméstico, hoy también se produce para la venta, lo que genera ingresos familiares. Continuaremos promoviendo y concienciando a la población sobre la conservación de esta identidad cultural, vinculándola al desarrollo del turismo comunitario. En ese marco, el oficio ancestral del teñido con índigo recibirá especial atención para que los visitantes puedan vivirlo en primera persona”.
Preservar el teñido con índigo es resguardar el alma y la cultura del pueblo Mong en Lai Chau. Cada vez que sus trajes llegan a mercados, calles o manos de visitantes, la identidad Mong trasciende sus montañas. Este arte milenario, siempre vigente, sigue siendo un pilar que impulsa el desarrollo económico y social de la región.