(VOVWORLD) - Este viernes 5 de septiembre, más de 22 millones de estudiantes vietnamitas inician el nuevo curso escolar. Ochenta años después de la proclamación de la República, el movimiento de Educación Popular impulsado por el presidente Ho Chi Minh para erradicar el analfabetismo sigue siendo un hito en la historia del país. Aquella campaña sentó las bases de un sistema educativo que hoy avanza hacia la integración internacional y aporta al progreso de la nación.
El Presidente Ho Chi Minh asiste a la inauguración del curso de formación para cuadros participantes en el movimiento de educación popular en Hanói, el 8 de octubre de 1945. (Foto: El libro "Tío Ho con la educación").
|
Apenas un día después de la fundación de la República Democrática de Vietnam, el 2 de septiembre de 1945, el Gobierno provisional celebró su primera reunión. En ella, Ho Chi Minh definió la erradicación del analfabetismo como una de las tareas más urgentes, en un contexto en el que más del 90 % de la población no sabía leer ni escribir.
Un movimiento nacional contra el analfabetismo
La Educación Popular nació como una necesidad apremiante y rápidamente se extendió por todo el país. Según datos oficiales, en tan solo un año se organizaron 75.000 clases con 95.000 docentes voluntarios, y más de 2,5 millones de personas aprendieron a leer y escribir. Fue una proeza colectiva que simbolizó el patriotismo, la solidaridad y la sed de conocimiento del pueblo vietnamita.
En 1959, todas las provincias del delta y de la región semi montañosa del norte habían completado la alfabetización entre los 12 y los 50 años. Para finales de 1965, el analfabetismo estaba prácticamente erradicado en las provincias montañosas septentrionales.
Algunos objetos expuestos en la muestra sobre la educación popular. (Foto: Museo Nacional de Historia)
|
Más allá de enseñar a leer y escribir, aquel movimiento elevó el nivel cultural de la población, despertó el orgullo nacional y reforzó la confianza en el liderazgo del Partido. Supuso, en definitiva, el inicio de una auténtica revolución educativa.
Nguyen Van Doan, director del Museo Nacional de Historia, donde se lleva a cabo la exposición "Educación popular: Iluminando el futuro", afirmó lo siguiente: “No fue simplemente una movilización para aprender a leer y escribir, sino un llamado a la conciencia ciudadana, a la voluntad de superación y al espíritu de unidad nacional. La aspiración de ser personas dignas y servir a la Patria constituye, aún hoy, una afirmación del valor del conocimiento en la causa del desarrollo nacional”.
Hacia una educación moderna e integrada
De las aulas improvisadas en los años de resistencia, Vietnam ha recorrido un largo camino hasta integrarse en la nueva era. En plena Revolución Industrial 4.0, la educación ha reforzado su papel clave en el desarrollo humano, elevando el conocimiento de la sociedad y cultivando talento.
Imagen de agricultores estudiando en los campos, presentada en la exposición "Educación popular: iluminando el futuro". (Foto: nhandan.vn) |
El ministro de Educación y Formación, Nguyen Kim Son, destacó que nunca antes el sector había recibido tanta atención y expectativas del Partido Comunista y del Estado. En este sentido, subrayó la importancia de la Resolución 71-NQ/TW del Buró Político, que marca un hito para profundizar en la renovación integral de la educación y la formación.
Paralelamente, se está elaborando el Programa de Objetivos Nacional para el Desarrollo Educativo y se prevé la promulgación de cuatro leyes reformadas sobre el Profesorado, la Educación, la Educación Superior y la Formación Profesional. Todo ello apunta a un sistema educativo moderno, sincronizado y eficiente.
La transformación digital, la inteligencia artificial y la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) abren nuevas oportunidades de innovación y calidad. Este 2025, además, marca el inicio de la gratuidad en la enseñanza preescolar y general en todo el país.
El curso 2025-2026 abre así una nueva etapa. En su carta de inauguración del mismo, el presidente Luong Cuong expresó su convicción de que los estudiantes alimentan grandes aspiraciones de construir un Vietnam próspero, mientras el sector educativo mantiene su objetivo de formar personas íntegras en conocimientos, ética, habilidades, temple y aspiraciones, capaces de responder a los retos del desarrollo rápido y sostenible en esta era de ascenso nacional.