Nueva estrategia de seguridad nacional: punto de inflexión en la política exterior de Estados Unidos

(VOVWORLD) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 5 de diciembre último una nueva estrategia de seguridad nacional, la cual describe numerosas prioridades que su país perseguirá para proteger los intereses nacionales. Este documento marca uno de los mayores cambios en la estrategia global de la primera potencia mundial desde el fin de la Guerra Fría.
Nueva estrategia de seguridad nacional: punto de inflexión en la política exterior de Estados Unidos  - ảnh 1El presidente Donald Trump pronuncia un discurso sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en Washington D. C. (Foto: REUTERS)

La nueva estrategia de seguridad nacional, de 33 páginas, muestra en el propio preámbulo la mayor prioridad estratégica del país, al reafirmar la postura de “Estados Unidos primero”, a la vez que enfatiza que abandona el obsoleto concepto de dominio global.

Regreso de la Doctrina Monroe

El punto más destacable, y también la mayor diferencia en la recién anunciada estrategia de seguridad nacional en comparación con las anteriores, es que vuelve a poner en el foco de atención el Hemisferio Occidental, específicamente América Latina. Establece que la Administración Trump pretende mantener una mayor presencia militar en el futuro próximo para abordar el problema de la inmigración ilegal, el narcotráfico y el auge de fuerzas rivales en esa región.

El documento afirma que “la seguridad fronteriza es un elemento central de la seguridad nacional y Estados Unidos debe mantener una posición preeminente en el Hemisferio Occidental, como requisito previo para su propia seguridad y prosperidad”.

Asimismo, plantea que las condiciones de las alianzas y la provisión de ayuda del país deben centrarse en acabar con la influencia de sus oponentes externos, desde el control de instalaciones militares, puertos marítimos e infraestructura clave, hasta la adquisición de activos estratégicos.

Según los analistas, estos ajustes marcan un evidente retorno de la Doctrina Monroe, introducida por el presidente James Monroe en 1823, que establecía que Estados Unidos no toleraría ninguna intervención extranjera perjudicial en su hemisferio.

El profesor Atilio Borón, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, comentó: “Creo que, para ellos, lo más importante es mantener el control sobre esta parte del mundo. ¿Por qué? Porque aquí se concentran numerosos recursos naturales como agua, petróleo, gas, coltán, litio, cobre, oro y una amplia biodiversidad, todo relativamente cerca. Esto implica que habrá un seguimiento aún más estrecho de la política exterior de Estados Unidos hacia los países de la región”.

Nueva estrategia de seguridad nacional: punto de inflexión en la política exterior de Estados Unidos  - ảnh 2Estados Unidos aumenta su presencia militar en el mar. (Foto: REUTERS)

Esta nueva estrategia implica que las principales prioridades previas de Estados Unidos, como la competencia entre superpotencias con Rusia y China, o la lucha contra el terrorismo, se abordan con un lenguaje más neutral y menos tenso. Enfatiza el objetivo de restablecer las condiciones de estabilidad estratégica con Moscú, al tiempo que afirma que el interés fundamental de Washington es negociar el fin del conflicto en Ucrania, crear las condiciones para la reconstrucción posconflicto de ese país eslavo, y minimizar el riesgo de confrontación entre Rusia y otras naciones europeas.

También utiliza un lenguaje más cauteloso y completamente no provocador en relación con China, apuntando al compromiso de reequilibrar la relación económica con la nación asiática, priorizando la reciprocidad y la equidad para restaurar la independencia de la economía estadounidense; y llamando a mantener una relación económica bilateral mutuamente beneficiosa.

Gran cambio para Europa

Mientras tanto, en contraste con el lenguaje más cauteloso y constructivo al referirse a Rusia y China, la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos destina una amplia sección a criticar duramente a sus aliados europeos, afirmando que Washington apoyará a quienes se opongan a los valores de la Unión Europea (UE), especialmente en materia de inmigración.

Señala la disminución de la participación de Europa en la economía global y que el Viejo Continente se está viendo debilitado por las políticas de inmigración, la caída de la natalidad y el creciente riesgo de “extinción de la civilización”. Según el texto, si las tendencias actuales continúan, Europa correrá el riesgo de “volverse irreconocible en 20 años o menos”.

Partes de la estrategia se hacen eco de los argumentos presentados por el vicepresidente estadounidense, JD Vance, en un impactante discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich, celebrada a principios de este año en Alemania, cuando declaró que Europa obstaculiza la libertad de expresión y la libertad política, insinuando que muchos países del continente tratan de impedir la operación de partidos considerados de “extrema derecha” o “populistas”.

Estas críticas están creando un ambiente tenso en Europa y muchos analistas lo interpretan como una confirmación de que Washington está “comenzando a abandonar” al Viejo Continente. Sin embargo, funcionarios de varios países europeos han intentado restar importancia a los cambios en la nueva estrategia estadounidense, enfatizando que “Estados Unidos sigue siendo el mayor aliado de Europa”, al tiempo que defienden las propias decisiones del bloque.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, declaró: “Estados Unidos es y seguirá siendo nuestro aliado más importante en la OTAN. Esta alianza se centra en cuestiones de política y seguridad. Por supuesto, también es una alianza basada en valores, y esto permite debatir otros asuntos. Sin embargo, considero que las cuestiones relacionadas con la libertad de expresión o de asociación en nuestras sociedades libres, al menos en Alemania, no forman parte de este ámbito. Tampoco creemos que nadie deba asesorarnos en estos temas; están plenamente garantizados en nuestra Constitución”.

Otro tema abordado por la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos es el futuro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El líder de esta coalición declara en la estrategia el objetivo de “acabar con la percepción y la realidad de que la OTAN es una alianza en constante expansión”. Según Washington, algunos aliados europeos deben asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad y defensa. Algunas fuentes diplomáticas europeas revelaron que 2027 podría ser la fecha límite establecida por Estados Unidos para que Europa asuma la responsabilidad de su propia misión de seguridad, en lugar de depender de la OTAN con Estados Unidos como pilar.

Según Matthew Kroenig, experto del Consejo Atlántico de Estados Unidos, la flamante estrategia de seguridad nacional de ese país es algo demasiado dura con Europa, pero esa es la nueva realidad geopolítica, que refleja los cambios en las prioridades de política exterior de la élite política estadounidense en los próximos años, a los que el Viejo Continente debe encontrar la manera de adaptarse.

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