(VOVWORLD) - Hace ochenta años el Presidente Ho Chi Minh firmó el primer comunicado sobre política exterior de la recién nacida República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam. Desde entonces, la diplomacia se ha mantenido como un hilo conductor de la revolución, abriendo caminos, defendiendo los intereses nacionales y consolidando la paz.
Independencia, paz, amistad y desarrollo han sido, desde 1945, los principios rectores de la política exterior vietnamita, adaptados con flexibilidad a las exigencias de cada etapa histórica.
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, y el viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, Bui Thanh Son, en la ceremonia conmemorativa del 80.º aniversario de la diplomacia vietnamita (28 de agosto de 1945 – 28 de agosto de 2025). (Foto: VGP/Hai Minh). |
El hilo conductor de la diplomacia revolucionaria
Si bien la Declaración de Independencia del 2 de septiembre de 1945 inauguró un nuevo Estado, el comunicado sobre política exterior publicado en el periódico Cuu Quoc (Salvación Nacional) el 3 de octubre de ese año fue, en palabras de los expertos, “la segunda declaración fundacional de Vietnam”.
En aquel texto el Presidente Ho Chi Minh manifestaba su voluntad de “ser amigo de los países aliados” y de cooperar con Francia, siempre que París respetara la soberanía y la independencia de Vietnam.
Al respecto, el profesor Vu Duong Huan, exdirector de la Academia Diplomática, recordó: “La declaración de cuatro puntos fijaba los principios básicos de la política exterior. En primer lugar, con los aliados, Vietnam reafirmaba su deseo de mantener relaciones de amistad y cooperación sobre la base del respeto a la independencia y la integridad territorial de la República Democrática de Vietnam, en favor de la paz mundial. En segundo lugar, respecto a Francia, expresaba la voluntad de establecer una relación duradera, fundada en el respeto a la soberanía y los intereses de Vietnam”.
Aquella política no sólo inauguraba una práctica diplomática, sino también una forma de poder blando: el arte de preservar la nación con prudencia y concordia. Desde entonces, la diplomacia de Ho Chi Minh ha sido guía y garantía de las victorias revolucionarias.
Durante tres décadas, bajo la filosofía “persistente en lo estratégico y flexible en lo táctico”, Vietnam supo conjugar firmeza y apertura, levantando la bandera de la justicia hasta alcanzar la victoria final.
De la presencia a la proactividad
Con la integración internacional Vietnam dio un giro decisivo: pasó de una diplomacia de mera presencia a otra proactiva, amplia y profunda, promotora de la paz y capaz de atraer recursos para el desarrollo.
Los ocho primeros meses de este año han sido especialmente intensos: más de 50 actividades de alto nivel, una cifra que supera con creces la del mismo periodo de 2024 y casi iguala el total de todo el año pasado. Este despliegue, como subrayó el ministro de Relaciones Exteriores, Bui Thanh Son, refleja la voluntad del país de convertir la diplomacia en “una punta de lanza estratégica para elevar la proyección de Vietnam y abrir nuevos márgenes de desarrollo”.
“La diplomacia ha seguido fielmente la línea exterior del Partido Comunista y del Estado, promoviendo su identidad y vigilando de cerca la evolución internacional y regional. Actuando con ‘conocimiento de sí mismo y del otro’ y con ‘sintonía con el tiempo y el contexto’, ha aplicado estrategias flexibles y creativas para abordar los asuntos, desplegando medidas apropiadas que aprovechan oportunidades y atenúan riesgos para cumplir sus objetivos”, señaló el ministro.
En lo que va de año, Vietnam ha elevado el nivel de sus relaciones con 13 países y firmado más de 300 acuerdos bilaterales y multilaterales, el doble que en 2024. La diplomacia económica ha contribuido a un crecimiento del PIB de un 7,52 %, el mayor en quince años, prueba de un avance real y sostenible.
El país se ha consolidado además como punto estratégico de encuentro en los corredores de cooperación intercontinental, donde grandes potencias y socios intermedios buscan estabilidad y equilibrio en un mundo cada vez más fragmentado
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, fue tajante al decir: “Debemos mantener la independencia, la autonomía, la autosuficiencia y la resiliencia en nuestras relaciones internacionales. El interés nacional está por encima de todo. No dependemos de nadie ni nos dejamos arrastrar por tendencias externas. Nuestra tradición es clara: cuantos más amigos, mejor; la prosperidad viene de la amistad. Sumar aliados es sumar fuerza, sin distinción de grandes o pequeños, lejanos o cercanos”.
Ochenta años de diplomacia revolucionaria han dejado lecciones esenciales: persistente en lo estratégico, flexible en lo táctico, y concordia como principio rector, los cuales siguen orientando la acción exterior de Vietnam.