(VOVWORLD) - La aldea antigua de Loc Yen, en la comuna de Thanh Binh, ciudad de Da Nang, es conocida como la “tierra de hadas” del centro de Vietnam. Su relieve intermedio ofrece un paisaje de lomeríos, valles y campos entrelazados. Las casas tradicionales, aferradas a los montes, conservan historias transmitidas de generación en generación.
 La antigua aldea de Loc Yen, ciudad de Da Nang, con casas adosadas a la ladera de la montaña, y que miran a los arrozales. (Foto: Nguyen Trinh/VOV)
|
Los ancianos del pueblo relatan que Loc Yen surgió entre los siglos XV y XVI durante los primeros asentamientos rurales. Sin embargo, fue en la época de Tay Son (1771-1882) cuando se fundó Loc An, la aldea predecesora de la actual Loc Yen, impulsada por Nguyen Cong Tuyet, originario de Tan Phuoc, Tam Ky. Su riqueza cultural acumulada le valió en 2019 el título de “Reliquia Nacional”. Es una de las cuatro aldeas más antiguas de Vietnam.
Hasta la reorganización administrativa de julio pasado, Loc Yen pertenecía a la comuna de Tien Canh, distrito de Tien Phuoc, provincia de Quang Nam. Su paisaje combina la esencia rural de la tierra de Quang, moradas tradicionales bajo jardines exuberantes, con un escenario natural de lomeríos, ríos, arroyos y huertos que parecen pintados por el Creador.
 Foto 2: El poblado aún conserva ocho casas de entre 100 y 150 años de antigüedad o más. (Foto: Nguyen Trinh/VOV)
|
Uno de sus rasgos distintivos es la “cultura de roca”. La topografía semillana y semimontañosa ha inspirado a los habitantes a usar la piedra como elemento constructivo y decorativo: callejones, vallas, pozos o senderos escalonados hacia los jardines. Más que material, la roca se convierte en alma del poblado, pavimentando caminos, embelleciendo el entorno y protegiendo la tierra de la erosión.
El pintor Nguyen Thuong Hy explica: “Los habitantes de Loc Yen se adaptan a la naturaleza. Rodeados de lomeríos y rocas, apilan piedras para liberar terrenos, abrir caminos y contener el suelo para la producción”.
 Una casa centenaria de Loc Yen, construida con madera de árbol de jaca. (Foto: Nguyen Trinh/VOV)
|
Los callejones empedrados, cubiertos de musgo, son hoy una impronta única de la aldea. El poblador Dao Minh Chinh añade: “Conservamos los callejones antiguos y construimos otros nuevos para el ecoturismo. Cada casa tiene su propio pasadizo adoquinado”.
Loc Yen destaca también por la armonía entre las casas centenarias y su entorno: callejones y jardines que transmiten rusticidad y serenidad. Allí se conservan ocho viviendas de madera de entre 100 y 200 años, al estilo de la antigua Quang Nam. La más antigua, construida entre 1838 y 1850 por Nguyen Dinh Hoang, permanece bajo la custodia de la cuarta generación de su familia.
Nguyen Dinh Manh, encargado de su conservación, recordó: “La casa apenas ha cambiado desde mi infancia. La madera de los 36 pilares principales proviene del árbol de yaca (Artocarpus heterophyllus). La arquitectura interior fue obra de artesanos de la aldea de Kim Bong. Tiene tres compartimentos y dos cobertizos; el central alberga el altar a los antepasados”.
 Niños aldeanos jugando en medio de un paisaje apacible. (Foto: Nguyen Trinh/VOV) |
Desde cualquier mirador, las viviendas se integran en un panorama de pasadizos de piedra, setos de té forestal (Acalypha siamensis) y huertas rebosantes. Allí se percibe la vida rural, la cultura autóctona y la laboriosidad de la comunidad.
Phan Thi Tai, visitante de Lam Dong, confesó: “Es la primera vez que vengo. Me fascinan los bosques, las montañas y sus paisajes serenos. Sobre todo las casas que sobrevivieron a la guerra y conservan su belleza marcada por el tiempo”.
La rusticidad, la pureza y la tranquilidad convierten a Loc Yen en un destino ideal para quienes buscan reposo y experiencias “curativas”, donde el tiempo parece detenerse.
Con su fusión de arquitectura, paisaje y cultura de roca, Loc Yen merece plenamente su sobrenombre de “tierra de hadas”. Es, sin duda, una joya del centro de Vietnam que todo viajero a Da Nang debería visitar.