Del 26 al 30 de octubre, el presidente estadounidense, Donald Trump, realiza su primera gira por Asia en su segundo mandato. (Foto: REUTERS/Evelyn Hockstein)

La gira de Donald Trump comenzó con una serie de actividades en Malasia en ocasión de la 47.ª Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y concluyó con una reunión con su par chino, Xi Jinping, en la República de Corea.

Nuevo rumbo para las relaciones Estados Unidos - China

Como eje central de la recién concluida gira del actual inquilino de la Casa Blanca, y considerada también la reunión más importante del año, el encuentro cara a cara entre los mandatarios de Estados Unidos y China en Busan, Corea del Sur, arrojó resultados notables. Tras casi dos horas de diálogo ambos líderes acordaron el marco de negociación alcanzado días antes en la ronda de Kuala Lumpur (Malasia). 

En consecuencia, Estados Unidos abolirá la tarifa de un 10% sobre el fentanilo aplicado a los productos chinos (incluidos los procedentes de Hong Kong y Macao), y el arancel recíproco de un 24% sobre los productos chinos (incluidos los procedentes de Hong Kong y Macao) se seguirá aplazando por un año más. Mientras tanto, China ajustará sus contramedidas frente a los aranceles estadounidenses mencionados. Ambas partes también acordaron prorrogar algunas exenciones arancelarias.

En segundo lugar, Estados Unidos suspenderá durante un año la regulación de la cuota de exportación del 50%, anunciada el pasado 29 de septiembre. De igual manera, China suspenderá también durante un año las medidas de control de exportaciones de tierras raras, anunciadas el 9 de octubre, y estudiará y perfeccionará planes específicos. 

Además, ambas partes alcanzaron un consenso sobre temas como la cooperación en el control del fentanilo, la expansión del comercio agrícola y la gestión de casos individuales que involucran a empresas concernidas. China cooperará con Estados Unidos para resolver adecuadamente los problemas relacionados con TikTok. 

Trump calificó los logros alcanzados tras la reunión con el presidente Xi Jinping de excelentes, otorgándoles una calificación de 12 sobre 10. 

“Creo que muy pronto no habrá grandes obstáculos entre nosotros. Logramos un acuerdo. Lo renegociaremos cada año, pero creo que este acuerdo durará más de un año. Todos los asuntos relacionados con las tierras raras se han resuelto, lo cual es positivo para todo el mundo, porque no se trata solo de una situación que afecta a Estados Unidos, sino al mundo entero”, dijo. 

Cabe destacar que Estados Unidos y China también acordaron coordinar esfuerzos para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania, la primera iniciativa diplomática conjunta de ambas partes en este asunto. 

Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping, el 30 de octubre de 2025, en el Aeropuerto Internacional de Gimhae en Busan, en el marco de la cumbre de la APEC. (Foto: REUTERS/Evelyn Hockstein)

De acuerdo con los observadores, si bien no se trata de un acuerdo integral, la cumbre Estados Unidos - China muestra muchas señales positivas, lo que refleja la voluntad de las dos economías más grandes del mundo de estabilizar su relación en lugar de la confrontación. 

El experto en ciencias políticas de la Universidad Nacional de Singapur, Chong Ja Ian, comentó: “No creo que se trate de una pausa táctica. Los vínculos entre Estados Unidos y China han experimentado altibajos desde mediados de la década de 2010, pero ahora parece estar avanzando en una dirección positiva. Cambiará en el futuro cercano? Eso todavía es una incógnita, pero se trata de la dirección que está tomando la relación binacional”.

Fortalecimiento de las alianzas de seguridad

Además de los acuerdos comerciales alcanzados con China, la gira de Donald Trump por Asia también logró otros resultados notables en materia de diplomacia y seguridad.

En Malasia el presidente estadounidense y el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, copresidieron la firma de la Declaración Conjunta sobre el Acuerdo de Paz entre Tailandia y Camboya, lo que representa un paso oficial hacia el fin del conflicto y el restablecimiento de la paz en la frontera en disputa entre ambos países tras los enfrentamientos armados del verano pasado.

El evento permitió a Trump consolidar su imagen como un mediador eficaz en conflictos internacionales, después de haber impulsado un alto el fuego entre Israel y el movimiento Hamás en la Franja de Gaza a principios de este mes.

Posteriormente, la visita a Japón (28 de octubre) y las conversaciones con la nueva primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, contribuyeron a que la administración Trump consolidara su liderazgo en la alianza entre su país y Japón. 

Ambas partes declararon el inicio de una "era dorada" en las relaciones bilaterales mediante compromisos para fortalecer la cooperación en defensa y economía.

En concreto, firmaron un acuerdo para garantizar el suministro de minerales esenciales, incluidas las tierras raras, y así asegurar la cadena de suministro. 

En materia de seguridad, el nuevo gobierno japonés también se comprometió a elevar el gasto en defensa de Japón a un 2% del PIB para marzo de 2026, a petición de Washington, dos años antes del objetivo inicial del año fiscal 2027.

Tokio también reafirmó su compromiso de invertir 550.000 millones de dólares en industrias clave de Estados Unidos, como la de semiconductores, minerales y construcción naval, además de incrementar las importaciones de productos agrícolas y bienes estadounidenses. 

De acuerdo con expertos, estos acuerdos son importantes para la administración Trump en el contexto de las impredecibles relaciones entre Estados Unidos y China.

En cuanto a la asociación con la República de Corea, otro importante aliado de Estados Unidos en el este de Asia, el presidente estadounidense y su homólogo Lee Jae Myung sellaron un acuerdo comercial preliminar, en virtud del cual Estados Unidos mantiene aranceles recíprocos de un 15% con Corea del Sur, reduciendo los impuestos a automóviles y autopartes del 25% al 15%. 

A cambio, Seúl se comprometió a invertir 350 mil millones de dólares en la nación norteamericana, a pesar de que había advertido en repetidas ocasiones que no podría cumplir este compromiso, lo que se considera otra "victoria" para Washington.