(VOVWORLD) - En un contexto global en el que los efectos visibles del cambio climático se hacen sentir y aumenta la presión de los estándares verdes, Vietnam no puede quedarse al margen. Tanto el proyecto de Documento que el Partido Comunista de Vietnam presentará al XIV Congreso como los análisis del Foro Económico de Otoño 2025, celebrado recientemente en Ciudad Ho Chi Minh, coinciden en un diagnóstico cardinal, según el cual la economía verde se ha consolidado como pilar del pensamiento estratégico para el desarrollo nacional, constituyendo una orientación decisiva para evitar el rezago y adaptarse a los profundos cambios de la economía mundial.
El primer ministro subrayó los tres principios constantes y coherentes de Vietnam en el proceso de “transición verde en la era digital” durante el Foro Económico de Otoño 2025. (Foto: VGP/Nhat Bac) |
Un nuevo motor para el crecimiento
El borrador del Documento rumbo al XIV Congreso del Partido Comunista de Vietnam sitúa la economía verde no como una orientación complementaria, sino como un motor esencial del desarrollo, estrechamente vinculado a la transformación digital, la innovación y la mejora de la calidad del crecimiento. El texto identifica tres direcciones estratégicas, entre ellas, las economías verde, circular y del conocimiento.
El objetivo de alcanzar emisiones netas “cero” en 2050 se traduce en instrumentos concretos que son impuesto al carbono, mercado de carbono y estándares verdes en la inversión pública. La calidad del crecimiento pasa a ser prioritaria, con énfasis en la alta tecnología, la energía renovable y la producción limpia. Para el Partido, el mensaje es claro: si Vietnam aspira a integrarse en el grupo de países de renta alta en 2045, necesita abandonar los modelos tradicionales de crecimiento.
La determinación en avanzar hacia la economía verde fue remarcada por el primer ministro Pham Minh Chinh ante la comunidad empresarial nacional e internacional, así como los socios extranjeros, en el Foro Económico de Otoño 2025.
“La transición verde en la era digital es una tendencia inevitable, una opción estratégica, una exigencia objetiva y la principal prioridad para que los países avancen de forma rápida y sostenible. Estamos comprometidos a cooperar estrechamente con los socios y las empresas para progresar juntos”, enfatizó.
Vietnam dispone de un “yacimiento de oro verde” de magnitud excepcional en la región. Hasta 600 gigavatios potenciales de energía eólica marina, más de 300 gigavatios posibles de energía solar y un aporte estimado del 10 al 12 % del Producto Interno Bruto (PIB) por parte de los sectores verdes en 2030.
Pese a ello, el país aún no ha capitalizado este potencial. La ausencia de un marco legal coherente y de una infraestructura de transmisión adecuada ha paralizado numerosos proyectos de energías renovables. La financiación verde también sigue siendo limitada en un contexto de costes crecientes asociados a la transición. Sin reformas oportunas, Vietnam corre el riesgo de perder una valiosa “ventana de oportunidad” en plena reconfiguración global de las tecnologías energéticas y de los estándares verdes.
La transición verde en el sector de la construcción sigue siendo un tema de gran importancia y urgencia. (Foto: vietnamarchi.vn) |
Prioridades estratégicas
El éxito de la transición verde exige integrar este proceso en una estrategia nacional coherente. La prioridad inmediata es perfeccionar el marco institucional, con leyes sincronizadas sobre economía circular, datos digitales, emisiones de carbono y finanzas verdes, que ofrezcan seguridad y previsibilidad a largo plazo para la inversión empresarial.
A la vez, el Estado asumirá un papel de “arquitecto”, articulando un entorno abierto, transparente y favorable a la innovación, base imprescindible para el avance de la economía verde.
Asimismo, la infraestructura digital y la infraestructura verde deben considerarse como un sistema integrado que potencie la competitividad del país.
El factor humano es igualmente determinante. La transformación digital y la transición verde requieren un cambio de mentalidad. Vietnam se propone formar una generación de profesionales capaces de trabajar con datos e inteligencia artificial, y que, al mismo tiempo, posean ética profesional y conciencia ecológica.
El desarrollo sostenible no equivale a avanzar más despacio, por el contrario, permite avanzar más rápido y con mayor proyección cuando los cimientos son firmes. Con instituciones sólidas, infraestructuras modernizadas y “verdes”, y una fuerza laboral cualificada, Vietnam puede abrirse camino con un modelo propio basado en el desarrollo verde, la alta tecnología y la innovación.
El orden económico mundial se está reconstruyendo en torno a dos estándares: lo verde y lo digital. Los países que dominen ambos ámbitos se convertirán en nodos centrales de las nuevas cadenas de valor.
Tanto el proyecto de Documento del XIV Congreso del Partido Comunista de Vietnam como las conclusiones del Foro Económico de Otoño 2025 coinciden en un mensaje de fondo: la transición verde es una inversión estratégica para el futuro. Si aprovecha bien las oportunidades, este país puede convertirse en un polo de energías renovables, atraer capital verde y construir un modelo de crecimiento más productivo, limpio y sostenible. En una década caracterizada por la incertidumbre, optar por lo verde no solo permitirá avanzar rápido, sino avanzar lejos. Y, sobre todo, avanzar en la dirección correcta.