(VOVWORLD) - Iniciado hoy en Singapur, el Diálogo de Shangri-La 2025 tiene lugar en un contexto de creciente incertidumbre geopolítica y amenazas tanto tradicionales como no convencionales, lo que ejerce una presión significativa sobre el entorno de seguridad en la región Asia-Pacífico.
Este mecanismo, considerado uno de los principales foros anuales de defensa y seguridad en Asia, reunirá hasta el 1 de junio a unos 600 delegados, incluidos altos funcionarios, expertos y académicos internacionales. Entre los asistentes destacan el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim; y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth.
Agentes de la policía singapurense custodian las inmediaciones del hotel Shangri-La, sede del Diálogo de Shangri-La, el 30 de mayo de 2025. (Foto: Reuters/Edgar Su) |
Incertidumbre geopolítica en aumento
Esta edición se celebra en un momento marcado por la política arancelaria de la administración del presidente Donald Trump, que ha sacudido el orden comercial global y afectado negativamente a muchas economías de Asia y el Pacífico.
Al mismo tiempo, el sur de Asia ha vivido uno de los enfrentamientos más graves en décadas entre dos potencias nucleares regionales, la India y Pakistán.
En este contexto, el Diálogo de Shangri-La 2025 plantea una pregunta sobre cómo los países deben redefinir sus prioridades estratégicas para equilibrar intereses nacionales y regionales.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), organizador del evento, el foro presenta la agenda más intensa hasta la fecha, con siete sesiones plenarias y múltiples actividades paralelas. Los temas van más allá de los retos de seguridad tradicionales e incluyen amenazas emergentes como los ciberataques, la militarización del espacio exterior, la seguridad marítima, la resiliencia de las cadenas de suministro globales, así como la seguridad alimentaria e hídrica frente al cambio climático y los flujos migratorios.
Para el Sudeste Asiático también cobran relevancia amenazas no convencionales como el fraude transfronterizo y la pesca ilegal. Bastian Giegerich, director ejecutivo del IISS, subrayó: “El foro de este año llega en un momento de gran volatilidad geopolítica, con alianzas y asociaciones estratégicas bajo presión. Por ello, constituye una plataforma esencial para explicar políticas, debatir alternativas y buscar respuestas colectivas a los desafíos comunes”.
Uno de los puntos destacados en la agenda radica en analizar el impacto de las políticas estadounidenses durante el segundo mandato del presidente Donald Trump. Según el investigador del IISS, Evan Laksman, este es un tema que concita especial interés entre los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que buscan reforzar su papel central en el equilibrio regional y explorar nuevas plataformas multilaterales.
“Ante la incertidumbre geopolítica actual los países del Sudeste Asiático tienden a considerar marcos alternativos de cooperación como BRICS u OCDE. Aunque existen debates internos sobre los beneficios, es evidente que se busca una mayor equidad en las alianzas estratégicas", dijo.
Papel de las relaciones Estados Unidos-China
Como en ediciones anteriores, la relación entre Estados Unidos y China vuelve a ocupar un tema central de los debates del foro. La ausencia del ministro de Defensa chino, Dong Jun, frustró el esperado encuentro bilateral con su homólogo estadounidense, que habría sido el primero desde el retorno de Trump a la presidencia.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth (izq.), se reúne con el viceprimer ministro y ministro de Defensa de Tailandia, Phumtham Wechayachai, al margen del Diálogo de Shangri-La en Singapur, el 30 de mayo de 2025. (Foto: Reuters/Edgar Su) |
No obstante, la participación del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, en el acto inaugural refleja que el Indo-Pacífico sigue siendo una prioridad clave para la administración estadounidense. En declaraciones en vísperas de su viaje hacia Singapur, Hegseth señaló: “No buscamos conflictos, pero sí disuadirlos mediante la fuerza y la cooperación con nuestros aliados y socios, especialmente los del Indo-Pacífico. Esa es nuestra misión desde el primer día, y lo seguirá siendo. Queremos que la región sepa que Estados Unidos sigue firme”.
Analistas destacan que, tras los recientes anuncios en la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde altos funcionarios de Estados Unidos señalaron una reducción de compromisos con Europa en favor de otras regiones, el Diálogo de Shangri-La podría esclarecer aún más las nuevas prioridades estratégicas de Washington.
Esto, sin duda, generará impactos multidimensionales en el panorama de seguridad en la región Asia-Pacífico. Sin embargo, el experto Douglas Bandow, del Instituto Cato (Estados Unidos), advirtió: “La tarea más urgente es mantener la paz. Estados Unidos y China deben evitar confrontaciones en Asia-Pacífico, fomentar el diálogo, impulsar la reconciliación y construir un futuro compartido. De hecho, construir un futuro compartido para todas las partes no puede abordarse como un juego de suma cero”.
Según observadores, la presencia de líderes como Emmanuel Macron y Anwar Ibrahim, firmes defensores de enfoques equilibrados y del multilateralismo, refleja el compromiso regional con el diálogo, la cooperación y la búsqueda de un equilibrio estratégico en un mundo cada vez más fragmentado.