(VOVWORLD) - El multilateralismo continúa siendo el pilar fundamental para garantizar la paz, la seguridad y el desarrollo de la mayoría de los países en el mundo. No obstante, las Naciones Unidas han advertido que esta forma de cooperación enfrenta actualmente sus desafíos más serios en décadas.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes su retirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Este hecho constituye la señal más reciente de que el multilateralismo, con la ONU como núcleo central, atraviesa una etapa de grandes dificultades.
Foto de ilustración: REUTERS/Dado Ruvic |
Una crisis en múltiples frentes
Antes de esta decisión, a principios de año y apenas en los primeros días tras su regreso al poder, Donald Trump ya había ordenado la salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y del Acuerdo de París sobre el cambio climático de 2015, alegando que estos organismos ya no se alinean con la nueva agenda global de Washington. El progresivo distanciamiento de la mayor economía del mundo y principal contribuyente al presupuesto de la ONU y sus agencias de los compromisos multilaterales refleja las serias dificultades que enfrenta el sistema internacional basado en normas comunes.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada la víspera bajo el tema “Paz, seguridad y multilateralismo”, el secretario general de la máxima organización del mundo, António Guterres, advirtió que el multilateralismo, motor que ha promovido y garantizado la paz y la seguridad internacionales desde la Segunda Guerra Mundial, nunca había estado tan amenazado como en la actualidad.
Además del debilitamiento progresivo de los principios fundamentales del multilateralismo y del derecho internacional, las condiciones operativas de las instituciones multilaterales, en particular de la ONU, también se han visto muy deterioradas en los últimos años.
En un informe publicado en marzo pasado esta institución alertó sobre una grave crisis presupuestaria, provocada por la demora o incumplimiento de los pagos por parte de los Estados miembros. Hasta ese momento, solo 75 de los 193 países habían cumplido con sus obligaciones financieras correspondientes a 2025.
Para comienzos de mayo, los Estados miembros sólo habían aportado 1.800 millones de dólares del total de 3.700 millones necesarios para financiar el presupuesto anual de la organización. A esto se suma una deuda acumulada de ejercicios anteriores que asciende a 2.400 millones de dólares, de los cuales 1.500 millones corresponden a Estados Unidos y cerca de 600 millones a China.
Solo las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU registraban, al 30 de abril, un déficit de 2.700 millones de dólares. Esta situación ha obligado a la organización a implementar recortes, tanto en personal como en gastos operativos.
Guy Ryder, vicesecretario general de la ONU para políticas y jefe del grupo UN80, encargado de preparar las reformas institucionales de cara al 80.º aniversario de la organización (1945–2025), advirtió: “Tenemos que revisar nuestro presupuesto para 2026, incluyendo el recorte tanto en los recursos financieros como en los puestos de trabajo. El problema que enfrentamos ahora es encontrar un equilibrio entre dos exigencias; es decir, garantizar la sostenibilidad financiera en este período difícil y, al mismo tiempo, cumplir con nuestras responsabilidades conforme a la Carta de las Naciones Unidas”.
Reforzar el multilateralismo a través de resultados concretos
Conscientes de las amenazas que están erosionando el papel y los valores del multilateralismo, numerosos países y organizaciones han instado en los últimos tiempos a proteger esta forma de cooperación global. La prioridad inmediata es impulsar reformas integrales que permitan restaurar la capacidad de acción, el papel central y la legitimidad de la ONU y sus organismos asociados.
Recientemente, varios países de América del Sur, entre ellos Brasil, Chile, Uruguay y Colombia junto con España, celebraron en Santiago de Chile una Cumbre por la Democracia en la que instaron a una defensa decidida del multilateralismo como herramienta para enfrentar desafíos globales como la creciente desigualdad, la desinformación, y las consecuencias del avance tecnológico y la inteligencia artificial.
Bob Rae, presidente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), advirtió que el contexto actual en el mundo presenta inquietantes similitudes con el inicio del siglo XX, antes de la creación del sistema multilateral tal como lo conocemos hoy.
En aquel entonces la combinación de crisis económicas, nacionalismos extremos y fragmentación del comercio global desembocó en graves conflictos geopolíticos.
El secretario general de la ONU, António Guterres. (Foto: REUTERS/Brendan McDermid) |
Según Rae, tanto los Estados miembros como la propia ONU deben aprender de aquellas lecciones históricas y emprender una renovación profunda, orientada a construir un multilateralismo más eficaz y adaptado a los desafíos de esta época.
“Debemos reafirmar la importancia de las Naciones Unidas a través de resultados concretos, que demuestren que el multilateralismo genera beneficios reales y tangibles para las personas en todos los niveles de la sociedad. Esto implica una coordinación mucho más estrecha con la sociedad civil, el sector privado, la juventud, los pueblos indígenas y, en particular, con los gobiernos locales, que son el ámbito donde se materializan los objetivos de la entidad”, remarcó.
De acuerdo con analistas, pese a sus limitaciones estructurales -particularmente en materia de paz y seguridad- debido al desequilibrio de poder interno, la ONU sigue siendo un actor fundamental en la gobernanza global. Su papel resulta crucial para impulsar el desarrollo económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.
En ámbitos como la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o la lucha contra el cambio climático, aún no existe una alternativa viable a su liderazgo. Por ello, defender el multilateralismo, con la ONU como eje central, sigue siendo una opción estratégica para la mayoría de los países.